Plano detalle de los pies de un bebé prematuro y las manos de su cuidadora dentro de la incubadora
Investigación VIU

Investigadores de VIU participan en un pionero estudio sobre los beneficios de los probióticos en neonatos prematuros

 

  • La Dra. Elisabet Navarro Tapia y el Dr. Vicente Andreu Fernández, docentes e investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud han participado en el novedoso estudio
  • La investigación analizó, durante dos años, el efecto de los probióticos en el neurodesarollo de neonatos prematuros, además de otras variables
  • Los resultados han sido publicados en la revista Scientific Reports y además han sido recogidas por la IPA (International Probiotics association), el máximo referente en temas de probióticos a nivel mundial

Una de las grandes dificultades que enfrentan los bebés prematuros son las potenciales complicaciones neurológicas, psicomotoras y de neurodesarrollo. Una de las causas de que esto sea así, es que esta población tiende a presentar una disbiosis intestinal, debido a una pobre maduración de su microbiota intestinal, así como por el uso temprano de antibióticos y nutrición parenteral. Todos estos factores provocan un aumento de la permeabilidad intestinal y de la inflamación crónica, lo que puede repercutir de forma negativa en el normal crecimiento y desarrollo de su sistema nervioso.

Por ello, y habiendo estudiado en profundidad el efecto beneficioso de los probióticos sobre la microbiota intestinal, la Dra. Elisabet Navarro Tapia, doctora en Biotecnología y Coordinadora de la Maestría Oficial en Epidemiología y Salud Pública de VIU; y el Dr. Vicente Andreu Fernández, doctor en Biotecnología y Director del Instituto de Investigación Biosanitaria de la Universidad; decidieron emprender, junto a un equipo de investigadores del servicio de neonatología del Hospital Clínic-Maternitat de Barcelona, una investigación pionera para estudiar los efectos de los probióticos en el neurodesarrollo de neonatos prematuros.

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Dra. Elisabet Navarro Tapia y Dr. Vicente Andreu Fernández, investigadores VIU

 

Para llevar a cabo la investigación, el equipo analizó durante dos años un total de 233 neonatos nacidos antes de la semana 32 y con pesos menores a 1,5 kilogramos. Estos fueron divididos en dos grupos: por una parte, 109 a los que se les dio una mezcla probiótica de cepas concretas de Bifidobacterium bifidum y Lactobacillus acidophilus, y, por otra parte, un grupo de control formado por 124 recién nacidos prematuros que no recibieron probióticos. 

A todos los participantes se les aplicó un programa de seguimiento estandarizado para prematuros de alto riesgo hasta los 24 meses de edad, y se les sometió a una prueba para evaluar el desarrollo cognitivo, motor y lingüístico, para detectar posibles retrasos en su desarrollo. Adicionalmente, también se recogieron datos sobre la incidencia de enterocolitis necrotizante, mortalidad, sepsis tardía, retinopatía y estancia en cuidados intensivos tras el nacimiento.

Los resultados demostraron la efectividad de la mezcla probiótica. El grupo de bebés que recibió el tratamiento mostró una mejora estadísticamente significativa de las puntuaciones en el lenguaje respecto al grupo control, así como una menor incidencia de sepsis tardía (7% en el grupo probiótico frente a un 16% en el control) y una reducción de casi el 50% en la duración de la estancia en cuidados intensivos. Los investigadores también observaron que las deficiencias neurocognitivas eran significativamente mayores en el grupo de control, hasta 4 veces más, comparado con aquellos neonatos prematuros que habían tomado los probióticos.

Respecto a estos resultados, la Dra. Navarro Tapia ha señalado que “Este es el primer estudio en prematuros donde se demuestra que ciertas cepas probióticas mejora significativamente el neurodesarrollo de esta población vulnerable” y que “Las soluciones basadas en el microbioma pueden ser un perfecto aliado para mejorar la salud humana”. 

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bebé prematuro siendo alimentado con un biberón

 

Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Scientific Report y despertaron la atención de International Probiotics association (IPA), organización internacional conocida como “la voz mundial de los probióticos” y que vela por la correcta comercialización y uso de estos. La IPA, se hizo eco del estudio, incluyéndolo en un reciente artículo sobre probióticos y neurodesarrollo en recién nacidos prematuros.

Tal como lo señala la Dra. Navarra Tapia, este estudio es el primero que muestra como ciertas mezclas probióticas ofrecen un beneficio en el neurodesarrollo de esta población tan vulnerable, además de reducir el tiempo de su estancia en la UCI. Los investigadores explican que estos beneficios podrían provenir de la capacidad de estas cepas de reducir ciertos patógenos intestinales, disminuir la inflamación, restaurar la expresión de proteínas relacionadas con el crecimiento y diferenciación de neuronas y mejorar la nutrición del neonato al facilitar la digestión de los azúcares de la leche materna.

Sin embargo, especifica la Dra. Navarro Tapia “La corrección de la disbiosis ha de comenzar en las primeras etapas de la vida para garantizar los beneficios a largo plazo en la programación del neurodesarrollo” y que “aunque en general se ha visto un beneficio de los probióticos es esencial utilizar siempre cepas que han sido probadas en estudios clínicos y han pasado estrictos controles para su comercialización. No todos los probióticos sirven para todo”.

Emilio Vivallo VIU
Emilio Vivallo-Ehijo

Equipo de Comunicación de la Universidad Internacional de Valencia.