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Delitos sexuales en las fiestas populares

Equipo de Expertos en Jurídico

En la nochevieja de 2015, se produjeron numerosos abusos sexuales a mujeres de manera coordinada y simultánea en la ciudad alemana de Colonia. Meses más tarde, en julio de 2016, tuvieron lugar agresiones, abusos sexuales e incluso violaciones grupales en la ciudad española de Pamplona durante los San Fermines. Ambas fiestas con proyección internacional, son grandes eventos que acontecen anualmente congregando a miles de personas en ambos países. Estos dos ejemplos, sirven para contextualizar una tipología delictiva proclive en las fiestas populares, las agresiones sexuales a mujeres en espacios públicos bajo un ambiente de celebración.

Aunque se pongan en marcha mecanismos para promover la denuncia por parte de las víctimas de esta tipología delictiva y se aumente el control y la vigilancia estatal para prevenir estas acciones, aún se produce el delito sexual en este tipo de eventos.

Entre la literatura especializada, se señala principalmente el consumo de drogas o alcohol como factores que influyen en la conducta del victimario, aunque por supuesto, destacan los factores situacionales y psicológicos. En relación a la víctima, su comportamiento en respuesta al delito ha evolucionado. En muchas ocasiones no se denunciaba por miedo, por temor a no ser tomada en serio por el contexto lúdico en el que se daba la acción delictiva o por la intimidación ejercitada por parte del agresor.

En algunos países europeos de nuestro entorno geográfico, a igual que en Estados Unidos, se han llevado a cabo campañas para prevenir este tipo de crímenes. Para ello, se crean webs donde las víctimas puedan reportar tales hechos, se ponen en marcha agentes de la polícia vestidos de civiles que patrullan en estos eventos o se apuesta por disminuir las oportunidades del agresor centrándose en el diseño urbano.

Desde la Criminología debemos abordar esta problemática, ya que es un fenómeno social que requiere de una prevención particular que pueda ofrecer una explicación concreta a cada caso. Se hace necesario el desarrollo de políticas criminales, que promulguen  modelos preventivos que reduzcan y minimicen tales conductas antijurídicas. También, se ha de impulsar el diseño de campañas, programas y estrategias que  promuevan la diversión y el establecimiento de relaciones sociales saludables y lúdicas durante las festividades.

Como muchas víctimas de este tipo de delitos son víctimas de oportunidad, hay que disminuir las opciones de los agresores a la comisión de estos hechos delictivos. El factor de la oportunidad va a jugar un papel fundamental en la elección de una víctima propicia. El hecho de un entorno urbano donde hay un ambiente festivo y con unas características concretas va a aumentar también esas posibilidades.

Por ello, es imprescindible estudiar y analizar todos los elementos externos que puedan influir en la conducta de un agresor en un entorno festivo, para evitar que cualquier ciudadano pueda ser una víctima potencial de tal hecho delictivo. La investigadora española Nerea Martín Fernández ha realizado una investigación al respecto, estudiando cómo mejorar el entorno urbano para evitar el auge de tales agresiones a las mujeres.

En materia criminológica, de lo que se trata es de establecer un control de los espacios públicos mediante una prevención situacional de la comisión de futuros hechos delictivos. La Criminología ambiental como rama de la Criminología, observará y analizará los elementos potenciales ambientales que puedan influir en la conducta de un agresor en un espacio y tiempo determinado, es decir, la urbe como parte de estudio en la comisión de un hecho delictivo.

Por último, cabe decir que en el tema que nos ocupa, los delitos sexuales a mujeres durante eventos o celebraciones festivas, es imprescindible establecer pautas preventivas situacionales a escala local y nacional junto a una prevención social e institucional de tal delito, como marcan las pautas de las Naciones Unidas en materia de prevención del delito y justicia penal. La participación pública y de los agentes sociales, reforzará esta prevención y reducirá la comisión de tales hechos delictivos.

 

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Lorena Menes Corrales

Colaboradora docente del Máster en Criminología de la Universidad Internacional de Valencia (VIU)