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Ciencias de la Salud

Resiliencia: afrontando la adversidad en positivo.

Equipo de Expertos en Ciencias de la Salud

El viernes 13 de octubre de 1972, un avión uruguayo se estrelló en los Andes. Los supervivientes quedaron atrapados en medio de las montañas, sin comida suficiente y soportando gélidas temperaturas. Al décimo día del accidente, escucharon a través de una radio que la búsqueda del avión había sido suspendida. Ese día comprendieron que sólo serían hallados si abandonaban su refugio. Tras caminar 10 días, dos de los supervivientes lograron, con gran esfuerzo, cruzar a pie los Andes. Fue así como fueron encontrados y finalmente rescatados.

Los que sobrevivieron al accidente mostraron una gran capacidad de resiliencia. El término resiliencia proviene de la física y hace referencia a la capacidad de un material de deformarse y volver a recuperar la forma original una vez ha cesado la fuerza. Imagina, por ejemplo, un muelle que vuelve a su estado original una vez dejas de aplicar la presión. La resiliencia es la capacidad de reponerse tras la adversidad, de recuperarse después de vivir experiencias difíciles, dolorosas o traumáticas. Para algunos la resiliencia implica no solo salir adelante después de una situación muy dura, sino incluso crecer o ser mejor a raíz de esta experiencia (Tarragona, 2012).

Aunque la resiliencia es un tema importante en este ámbito de la Psicología Positiva, su estudio comenzó décadas antes de su nacimiento. La idea del cambio positivo como consecuencia del enfrentamiento de la adversidad aparece ya en la Psicología existencial con autores como Frankl (1946) o Maslow (1943). En los años sesenta y setenta, varios investigadores comprobaron cómo algunos niños criados en familias con riesgo psicosocial (es decir, situaciones difíciles como pobreza, familias desestructuradas, o con problemas mentales) eran capaces de desarrollar una buena vida en la edad adulta. De hecho, el porcentaje de estos niños “resistentes” al estrés era más alto de lo esperado. Este fenómeno hizo que surgiera el interés por explorar qué hace que algunas personas salgan adelante a pesar de la adversidad.

Tradicionalmente, la Psicología se ha centrado en los modelos de vulnerabilidad ante el estrés. Pero, ¿qué factores favorecen un afrontamiento resiliente de la adversidad? La investigadora Ann Masten señala varias rutas o factores que promueven la resiliencia. Estos factores abarcan desde dimensiones más externas, como la situación económica y social de un país, factores sociales, como la familia, la escuela o la comunidad, y factores psicológicos. En este último grupo de factores, podemos señalar algunas dimensiones que son especialmente interesantes a la hora de desarrollar un afrontamiento resiliente. Por ejemplo, la investigación señala que es importante aprender a regular las emociones de manera adecuada. Emociones como la ansiedad, la tristeza o la ira son habituales cuando estamos afrontando una situación de estrés. Ser capaz de identificar y regular estas emociones es fundamental a la hora de mostrar un afrontamiento eficaz. Paralelamente, no podemos olvidar que incluso en los peores momentos, es necesario cuidar y promover la vivencia de estados emocionales positivos. La gratitud, la esperanza o el amor son emociones necesarias para la resolución de la situación estresante de manera satisfactoria y, por tanto, es importante darse permiso a experimentar emociones positivas ante las situaciones adversas. Otro factor relevante es ser capaz de identificar y desarrollar las fortalezas personales. Tener un conocimiento de nuestros talentos y habilidades puede ser fundamental a la hora de salir adelante ante una situación difícil.

Cabe mencionar que la resiliencia puede entrenarse cada día. Todos los días enfrentamos situaciones difíciles o presiones que nos plantean un nuevo reto para nuestro funcionamiento psicológico y emocional. Estas experiencias diarias son una excelente oportunidad para conocernos mejor y fortalecernos. La resiliencia no es solo para quienes hayan sufrido grandes traumas o experiencias adversas. Cultivar la resiliencia es importante para todos, pues es un elemento clave de nuestra satisfacción con la vida y crecimiento personal.

Para conocer más sobre este tema, te animamos a visualizar el siguiente vídeo sobre la resiliencia:

https://youtu.be/3fjLdTTnqG8

 

 

Covadonga Chaves

Docente del Máster de Terapias Psicológicas de Tercera Generación de la Universidad Internacional de Valencia (VIU)