¿Qué es un orientador escolar?: formación necesaria, salidas laborales y requisitos

Ser orientador escolar es una de las profesiones más demandadas y vocacionales dentro del ámbito educativo. Quienes eligen este camino profesional no solo precisan contar con una sólida formación académica, sino también con una profunda vocación de servicio, empatía y habilidades comunicativas.

La figura del orientador es clave para garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad. En la actualidad, estas personas desempeñan un papel indispensable dentro de los centros educativos, especialmente en la etapa de secundaria, en formación profesional y, en ciertos casos, también en primaria.

Desde sus orígenes en los años 70, con la aprobación de la Ley General de Educación, hasta su consolidación con normativas posteriores como la LOGSE, la LOE, la LOMCE y la LOMLOE, el rol del orientador escolar ha evolucionado hasta convertirse en una figura fundamental en los equipos educativos.

Actualmente, se requiere una formación específica para ser orientador escolar, que combina conocimientos pedagógicos, psicológicos y didácticos con un alto grado de especialización.

En este artículo responderemos a las preguntas sobre cómo ser orientador escolar, qué estudios es preciso cursar y cuáles son sus funciones principales. Además, de abordar las salidas laborales más comunes y qué requisitos se deben cumplir para trabajar en centros públicos o privados.

1. Funciones del orientador escolar

2. Formación necesaria para ser orientador escolar

3. Salidas laborales para los orientadores escolares

4. Requisitos para ser orientador escolar

Funciones del orientador escolar

Ser orientador escolar es un trabajo multidisciplinar. Sus responsabilidades abarcan distintos niveles de intervención, tanto con alumnos como con familias, docentes y equipos directivos. Esbozamos a continuación cuáles son sus funciones más destacadas.

Prevenir el fracaso escolar y el abandono

El orientador escolar lleva a cabo un seguimiento personalizado del alumnado para detectar posibles riesgos de abandono prematuro o bajo rendimiento. Esto implica un análisis exhaustivo de cada caso, considerando factores personales, familiares, sociales y académicos.

Su finalidad es elaborar planes de intervención preventiva y correctiva, en coordinación con el profesorado y las familias, para mejorar la trayectoria educativa del estudiante.

Identificar necesidades educativas especiales

Otra labor esencial es detectar de forma temprana cualquier necesidad educativa específica. Esto puede incluir trastornos del aprendizaje como dislexia, TDAH, trastornos del espectro autista, discapacidad intelectual o altas capacidades.

El orientador propone y supervisa adaptaciones curriculares, elabora informes psicopedagógicos y colabora en la inclusión del alumnado en el entorno escolar.

Orientar académica, vocacional y profesionalmente

En las etapas finales de la educación secundaria y la formación profesional, el orientador ofrece asesoramiento sobre los itinerarios académicos y las salidas profesionales más adecuadas para cada estudiante.

Proporciona, en consecuencia, información sobre estudios universitarios, ciclos formativos, acceso al mercado laboral, becas, prácticas y programas de movilidad.

Asesorar psicopedagógica y personalmente

El orientador actúa también como apoyo emocional para el alumnado. Puede tratar temas relacionados con la autoestima, habilidades sociales, resolución de conflictos, salud mental, adicciones, conductas de riesgo y problemas de convivencia.

Además, orienta a las familias y al profesorado en situaciones que requieren intervención especializada.

Elaborar y hacer seguimiento de los planes de atención a la diversidad

Una parte importante de ser orientador escolar es asesorar al centro en la elaboración de planes de atención a la diversidad. Esto implica garantizar que se implementen medidas de inclusión capaces de responder a las necesidades específicas del alumnado, así como fomentar un entorno educativo justo y equitativo.

Formación necesaria para ser orientador escolar

Para ser orientador escolar, es imprescindible contar con una formación académica especializada. Actualmente, los pasos más habituales son:

• Titulación universitaria. Es necesario disponer de un grado en alguna de las siguientes áreas:
  • Grado en Psicología.
  • Grado en Pedagogía.
  • Psicopedagogía (titulación en proceso de extinción).
  • Grado en Educación Infantil o Grado en Educación Primaria (en combinación con otros estudios).
  • Máster en Formación del Profesorado: Este máster oficial, conocido anteriormente como CAP, es obligatorio si se desea ejercer como orientador escolar en centros educativos públicos o concertados. Debe realizarse con la especialidad en Orientación Educativa.
• Formación complementaria. Para mejorar las posibilidades de acceso al empleo, es recomendable contar con formación adicional en áreas como:
  • Neuropsicología infantil.
  • Educación emocional.
  • Logopedia.
  • Educación inclusiva.
  • Trastornos del lenguaje.
  • Intervención en dificultades de aprendizaje.
• Preparación para oposiciones. Si deseas trabajar como orientador en la escuela pública, es necesario superar una oposición en la especialidad de Orientación Educativa.

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Salidas laborales para los orientadores escolares

La profesión de orientador escolar ofrece múltiples oportunidades profesionales, tanto en el ámbito público como en el privado. Algunas de las salidas laborales más comunes son:

• Centros educativos. Concretamente, escuelas infantiles, colegios de educación primaria, institutos de educación secundaria, centros de formación profesional y servicios de orientación universitaria.
• Administración pública y servicios sociales. Las posibilidades también son diversas: equipos de orientación educativa y psicopedagógica (EOEP), servicios sociales municipales, equipos de atención temprana, equipos técnicos de inclusión educativa, instituciones penitenciarias y centros de menores o acogida.
• Ámbito privado. Existen opciones como gabinetes psicopedagógicos, empresas de recursos humanos, consultoras educativas, clínicas de salud mental infantil, ONG y fundaciones educativas, actividades formativas y talleres de orientación.
• Otros roles posibles. Asimismo, hay alternativas adicionales como la docencia en ciclos formativos o formación para el empleo, la investigación en psicopedagogía o ciencias de la educación, el asesoramiento en organismos públicos o privados relacionados con educación y la pericia judicial en casos de ámbito educativo.

Requisitos para ser orientador escolar

Además de la formación específica, esta profesión requiere cumplir con una serie de requisitos legales, formativos y personales.

Por supuesto, es imprescindible haber finalizado un grado universitario relacionado con la educación o la psicología —Psicología, Pedagogía o Educación Primaria—, además de contar con el Máster en Formación del Profesorado, en la especialidad de Orientación Educativa. Este máster es obligatorio para ejercer tanto en la enseñanza pública como en muchos centros privados o concertados.

Para trabajar en el sector público, es necesario superar una oposición de Orientación Educativa, proceso que varía en cada comunidad autónoma e incluye pruebas teóricas, prácticas y una fase de méritos. También se exige tener nacionalidad española o de algún país miembro de la Unión Europea, no haber sido separado mediante expediente disciplinario del servicio de cualquier administración pública y no estar inhabilitado para el ejercicio de funciones públicas.

En el ámbito privado, aunque no es obligatorio superar una oposición, los centros valoran positivamente la experiencia previa, la formación complementaria en dificultades de aprendizaje, inteligencia emocional o neuroeducación, y las competencias digitales. Asimismo, habilidades como la empatía, la capacidad de análisis y la comunicación efectiva son esenciales para desempeñar con éxito el rol de orientador escolar.

En definitiva, ser orientador escolar implica mucho más que tener una buena formación académica. Se trata de una vocación que requiere compromiso, empatía, escucha activa y una gran capacidad de análisis e intervención. Este perfil profesional desempeña un papel crucial en el desarrollo integral del alumnado, ya que no solo apoya sus necesidades académicas, sino también las personales, las emocionales y las sociales.

Sus salidas laborales son amplias y cada vez más valoradas, tanto en el ámbito educativo como en contextos sociales y empresariales. Si tienes claro que quieres acompañar a los demás, fomentar una educación inclusiva y formar parte activa del desarrollo de personas jóvenes, ser orientador escolar es la elección profesional perfecta para ti. ¡Te esperamos en VIU para impulsarte en tu meta de ser orientador escolar!