psicología transpersonal
Ciencias de la Salud

¿Qué es la psicología transpersonal?

Equipo de Expertos en Ciencias de la Salud

Después de la pandemia, el cuidado de la salud mental está ganando relevancia entre la sociedad. Como consecuencia, ha aumentado el interés sobre la psique humana y sus enfoques. Precisamente, hay uno que es bastante desconocido y que, por ello, pretendemos mostrar. En este artículo, aclaramos qué es la psicología transpersonal.

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Grado en Psicología - ES

 

 

¿Qué es la psicología transpersonal?

La psicología es una disciplina muy amplia y diversa que engloba numerosas concepciones filosóficas y científicas. Incluso hay ámbitos cuya incorporación es objeto de debate entre defensores y escépticos. Uno de ellos es el transpersonal, que defiende un concepto más espiritual para comprender la mente.

Con el progreso de la ciencia, tradicionalmente se ha evitado equipararla a aspectos intangibles. Un ejemplo de esta postura es la psicología jurídica. El propósito es evitar conferirle un sentido religioso, pero hay ciertos campos que todavía no tienen claros límites. La especialidad que estamos tratando es uno de ellos, dado que incorpora prácticas que se centran en el «más allá».

La dimensión que abordamos defiende que la psique forma parte de un entorno mucho más complejo de lo que se cree. Como consecuencia, la mentalidad debe estar orientada hacia la espiritualidad, de manera que ambas formen una simbiosis adecuada. El resultado es una mayor concepción de lo que no podemos ver.

Hay ciertos procesos que reciben una importancia mayor en esta disciplina. La atención al binomio salud-enfermedad es el fundamental y el que constituye el centro de acción de esta rama. Lo que se busca es comprender el origen de ciertas condiciones y dejar de lado conceptos fisiológicos para complementarlos.

El «yo» ocupa una parte imprescindible en las teorías que defiende. ¿Qué significa esto? Principalmente, que no se presta tanta atención al impacto que causan otras personas, sino a cómo se acepta. Sucede lo mismo con las experiencias pasadas, que no son objeto de estudio como las vivencias presentes.

La espiritualidad como clave para comprender al ser humano

Como es lógico, esta rama otorga bastante relevancia a la metafísica, que es la base teórica. Sin embargo, la falta de evidencia científica sobre cuestiones de este tipo hace que sea conveniente buscar alternativas. Entre ellas, destacan el conocimiento interior, los estados emocionales amplificados o la coherencia humana.

Las experiencias místicas reciben más atención por parte del profesional en este ámbito. Generalmente, se acepta que hay personas que pueden acceder a estados de conciencia superiores. Incluso hay técnicas —como la hipnosis— que son muy útiles cuando se busca una mayor interacción con el paciente.

Como demostración del trasfondo de cada persona, las conductas prácticas son clave. Hay que dar importancia a lo que expresa el usuario para conocer posibles conflictos con su dimensión mental. En su mayoría, son consecuencia de posturas que las propias creencias pueden llevar a reflejar:

  • Mala o nula predisposición a expresar su postura espiritual.
  • Concepciones erróneas o exageradas sobre la metafísica.
  • Falsos mitos que crean una postura escéptica durante la terapia.

Existen ciertos valores que se consideran fundamentales cuando estudiamos la relación entre ciencia y «más allá». Según esta disciplina, son modos de compatibilizar nuestro interior con el exterior:

  • El sentimiento de autorrealización o cómo las energías se orientan hacia la superación.
  • La trascendencia del ser humano y su relación con estados de concentración superiores.
  • El espíritu y su unidad con el universo, considerado como un todo del que emergen las emociones.
  • La entidad única como enlace entre los seres humanos, la naturaleza y el entorno.

¿Qué encaje tienen los estados de conciencia superiores?

De acuerdo con tesis de especialistas en la materia, la persona tiene un elevado potencial. Expertos como Agustín de la Herrán valoran el concepto de psicogénesis. En pocas palabras, significa que las modificaciones en la mentalidad humana pueden ser las detonantes de ciertas conductas.

Pero ¿qué relación tiene lo anterior con un estado de conciencia superior? Cuando un sujeto pasa por distintas situaciones, identificaciones y apegos, va creando una intrahistoria. Esta es exclusiva e inherente a cada persona, por lo que configura su predisposición a la meditación o la concentración extrema.

El binomio entre individuo y situación es concebido como una relación completa y de elevado potencial. El estudio Los estados de conciencia: Análisis de un constructo clave para un enfoque transpersonal de la Didáctica y la formación del profesorado, publicado por Herrán en 2006, así lo afirma.

Para alcanzar un estado de mentalidad superior, se suelen valorar ciertas prácticas. La mayoría de ellas son conocidas por el público en general, pero en esta disciplina adquieren otra concepción:

  • Meditación. En su dimensión más amplia y genérica, cada individuo puede adaptar la meditación a sus necesidades. El psicólogo puede orientar en función de los problemas que detecte. Es muy útil cuando el paciente no tiene predisposición hacia la metafísica o es escéptico.
  • Yoga. Lo que se busca no es aprender a hacer asanas (posturas), sino educar emocionalmente. La persona, que conoce esta técnica y la sabe utilizar, debe enfocarla hacia la autorrealización. Se pretende que la desarrolle como una herramienta de terapia personal y, sobre todo, como un espacio de reflexión.
  • Mindfulness. La concentración plena implica pensar acerca de lo que envuelve al sujeto. Siempre se trabaja en un momento determinado, es decir, el ahora. Por su parte, el pasado y el futuro se consideran meros complementos sobre los que no se suele trabajar.

¿Cuál es su origen?

Surgió en los años 60 en Estados Unidos como parte de la especialidad humanista. Compartía con ella el interés por buscar las causas de un problema dentro de la propia persona. Igualmente, partía de la base de que era imprescindible mejorar el conocimiento sobre la conducta humana, como defiende la terapia Gestalt.

Hay un indudable cariz religioso que forma parte de esta propuesta teórica. Durante sus primeros años de evolución, se fue enriqueciendo con distintas creencias. Destacan, ante todo, el hinduismo, el budismo o el chamanismo. De hecho, esta última fue la que aportó su creciente interés por la conexión con la naturaleza.

Progresivamente, fue incorporando expresiones espirituales propias de Oriente. El sintoísmo, el jainismo o el taoísmo, provenientes de China y Japón, fueron las principales consideraciones en este sentido. Una de las prácticas que surgieron de este enlace fue la meditación vipassana, originaria de la India.

Uno de sus mayores hitos fue hablar de la posibilidad de modificar la conciencia. La sociedad se interesó particularmente por cómo tenía la posibilidad de cambiar de conductas o creencias. Compartió inicios con la psicología positiva y el mindfulness, una técnica de enfoque que ganó bastante popularidad, en especial, en el siglo XXI.

Fue en los años 80 cuando alcanzó su máximo apogeo. Los psicólogos decidieron retomar las tesis de Maurice Bucke, un psiquiatra que había creado las primeras bases en 1901. Sus obras hablaban sobre un universo que era consciente de sí mismo y del que toda la humanidad forma parte.

¿Qué salidas laborales tiene?

Como resultado de su constante evolución, esta rama se ha popularizado entre la sociedad. Como hemos explicado, después de la pandemia, el cuidado de la salud mental ha ganado todavía más relevancia. Hoy en día, se considera una de las preocupaciones más patentes a nivel mundial. Por tal razón, es conveniente conocer las salidas profesionales que tiene.

Docencia en centros privados

Los futuros especialistas precisan formarse en áreas contemporáneas, como la que estamos abarcando. Cada vez hay más personas interesadas en conocer el sentido más espiritual del ser humano. Incluso se está incorporando en el ámbito de la psicología para niños. Hay academias y escuelas privadas en las que se puede trabajar para impartir cursos y formación complementaria.

Consulta privada

Comenzar un centro privado es otra de las opciones más considerables. La demanda es excepcionalmente alta en estos tiempos, así que es una oportunidad de negocio. Igualmente, es una forma de ayudar a los individuos a conocerse mejor a sí mismos. El ámbito de la metafísica, pese a que despierta curiosidad, no siempre se corresponde de manera adecuada.

Terapia grupal

Las terapias grupales se suelen impartir más allá de las consultas privadas. Están enfocadas a potenciar la coherencia humana y la unificación con el entorno. Contribuyen, asimismo, a derribar tabúes o falsas creencias sobre la metafísica. En ocasiones, se consideran espacios de divulgación idóneos para compartir experiencias.

Cursos de meditación

Impartir cursos de meditación es otra de las salidas profesionales más valoradas. Suelen efectuarse en grupos y dentro de academias privadas centradas en la espiritualidad. Incluso pueden funcionar como complemento a la relajación o al yoga. Durante los últimos años, se están integrando cada vez más con el mindfulness.

Medios de asistencia social

Hay plataformas y asociaciones que ejercen una labor muy importante en la sociedad. Principalmente, las que están orientadas hacia la resolución de conflictos personales. Como medios de asistencia social, imparten cursos en entidades vecinales o foros dirigidos al público en general. El propósito, en todo caso, es ser un sistema de ayuda.

Después de haber explicado qué es la psicología transpersonal, hemos destacado la relevancia que este enfoque tiene en nuestros días. La sociedad se interesa cada vez más por aspectos holísticos y espirituales. Con nuestro Grado en Psicología, podrás empezar una carrera sólida, fundamental y con amplias posibilidades de futuro.

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