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Los conflictos comunitarios desde los ojos de la mediación

Equipo de Expertos en Jurídico

El presente artículo presenta una visión tanto desde el ámbito de la investigación como desde la profesionalidad de campo, ya que el centro de mediación al que pertenezco lleva trabajando en este ámbito desde sus inicios. Desde el año 2013, venimos investigando y desarrollando la implantación de proyectos sociales con la creación de Servicios Municipales de mediación Comunitaria en diferentes Ayuntamientos de la provincia de Valencia.

Se entiende la mediación comunitaria como herramienta y proceso, legal y formal, de resolución de conflictos sociales comprendido entre los sistemas inclusivos de participación ciudadana. La creación de espacios de diálogo dónde la ciudadanía pueda trabajar de forma directa y en primera persona, en el abordaje de diversos problemas desde un prisma de resolución pacífica y dialogada, involucrándose en el mismo y buscando opciones de solución diferentes que beneficien a las partes implicadas.

Los mediadores, figuras imparciales y neutrales, apoyan a las personas en la búsqueda de éstas opciones y dirigen el proceso acompañando a las partes.

Un estudio realizado por el grupo CPP y publicado en el año 2012, señalaba que dos de cada tres españoles son víctimas de disputas con sus vecinos. Situando a los valencianos como los terceros de la cabeza de lista, detrás de murcianos y madrileños. Más de la mitad de los encuestados afirmaban haber sufrido un conflicto vecinal hace menos de un año.

El Informe Causas y consecuencias de conflictos vecinales en España realizado por el grupo CPP, además desvela causas más comunes de conflictos vecinales y las vías con las que los afrontan. El 70 % de los valencianos asegura haber sufrido disputas vecinales por orden de causas: El ruido, el dinero y las obras.

Las conclusiones de dicho informe marcan como imprescindibles para reducir este alto coste social de conflictos entre particulares – vecinos - “más comunicación y más respeto”.

La evitación o las conductas pasivas forman parte de cómo culturalmente afrontamos los conflictos, con tendencia a que nos los solucionen otros, despersonalizando el problema y delegando, por lo tanto, su gestión y solución. Esto, sin embargo, nos convierte en una población cada vez más dependiente de la justicia.

El informe indica que en la mayoría de ocasiones los conflictos no quedan resueltos ya que la mayoría de personas no inician procesos formales para solucionarlos por los gastos que conlleva, la pérdida de tiempo y el desgaste emocional de quien los sufre, repercutiendo además en el empeoramiento de la convivencia en toda la comunidad.

La mediación comunitaria, supone precisamente ese ahorro económico, pero también, ese ahorro de tiempo en encontrar soluciones más ajustadas a la realidad social, sin olvidar, que la mediación comunitaria puede ser esa vía restaurativa de confianza para hacer realidad el cambio social de forma pacífica, dialogante y participativa.

No obstante, cabe apuntar, que hasta hace bien poco, y actualmente en la mayoría de lugares, las opciones cuándo se llega a éste tipo de situaciones de conflicto vecinal o comunitario para poder gestionarlo son más bien escasas. En la mayoría de ocasiones, bien como apuntábamos se ejerce la evitación, lo que causa gran frustración y enfado a quién lo padece, o por otro lado tenemos que acudir a procesos bastante más “agresivos” como son los procesos judiciales o la interposición de denuncias. Ésta última opción, si bien es cierto que ofreces una respuesta conforme a derecho (ya sea vía administrativa, civil…) no resuelve el conflicto en sí. Éste hecho ocasiona que lejos de solucionarse el problema, se haga más grande, creciendo la enemistad de las partes implicadas y desembocando en una magnificación del conflicto en termina en denuncias cruzadas y constantes.

Tengamos en cuenta, que en los conflictos vecinales en la mayoría de ocasiones, las partes no tienen relación alguna entre ellas. Los único que tienen como referencia en lo relativo a sus vecinos o su comunidad, es lo que reciben o no de ella. La comunicación entre ellas no suele darse, y según nuestra experiencia, en multitud de ocasiones ésta comunicación se realiza en el momento en el que una de las partes ya “no aguanta más”, y por lo tanto, las forma de comunicar dicha molestia o cuestión, no suele ser la adecuada ya que se apoya en reproches de los que la contraparte por supuesto, tiende a defenderse y se inicia una escalada del conflicto complicada de frenar.

La mediación es ese proceso intermedio entre la evitación y la denuncia que pretende favorecer la comunicación efectiva generando un clima de diálogo constructivo a la hora de buscar opciones de solución.

En los Ayuntamientos dónde se ha desarrollado proyectos de mediación comunitaria, se ha comprobado la importancia de generar éstos espacios de diálogo vecinal dentro de la Administración. En el informe anual del primer año de desarrollo del proyecto en uno de los municipios en los que trabajamos de unos 20.000 habitantes, con un día de atención semanal, han llegado al servicio 53 casos, con un total de 122 personas atendidas en sesión informativa, de las cuales 80 han participado finalmente en un proceso de mediación. Entre los conflictos vecinales atendidos, los principales motivos de disputa han sido los ruidos en primer lugar, seguidos de conflictos relacionales entre vecinos y en tercer lugar los problemas surgidos por olores o realización de obras. De los procesos de mediación iniciados, alrededor de un 17 % han finalizado sin acuerdo, frente al 52 % que sí ha finalizado con acuerdo. El 31 % restante continuaban abiertos en el momento de la realización del informe. Dada la novedad del Servicio en el municipio, y el gran desconocimiento que existe sobre el proceso, los datos son más que satisfactorios. Muestran la necesidad de generar éstos escenarios de consenso y ponerlos a disposición de la ciudadanía.

El gran problema de la Mediación pasa por el terrible desconocimiento de la sociedad sobre su existencia. Tanto en reuniones de información y difusión con recursos, tejido asociativo, etc. como en las propias sesiones informativas o las campañas de información, nos damos cuenta de la importancia de seguir acercando éste proceso. De entre más de 500 personas informadas sobre la existencia del proceso, tan solo un 5% conocía o había escuchado hablar de la mediación como proceso. “Si yo lo hubiese sabido cuándo…” es una de las frases que hemos escuchado con impotencia en muchísimas ocasiones durante el desarrollo de nuestra labor mediadora.

Es necesario generar cultura de acuerdo, de diálogo y de paz, para conseguir un fomento de la cohesión social y mejorar de ésta forma la convivencia pacífica.

https://www.youtube.com/watch?v=Bg5y0-t3CEg

 

Teresa Mayordomo Tarín

Profesora Experta en el módulo de Mediación Comunitaria de la VIU. Abogada y Mediadora. Socia Fundadora de AlternativaGC – Gestión del Conflicto. Responsable del Área de Mediación Comunitaria y Administraciones Públicas.

 

BIBLIOGRAFÍA:

  • AlternativaGC - Gestión del Conflicto - . (2017). INFORME DE EVOLUCIÓN ANUAL (Municipio 1 (20.000 habitantes.). 2017, de VIU Sitio web: alternativagc.com
  • GRUPO CPP LITIGIOS VECINALES. (Marzo 2012). Causas y consecuencias de los conflictos vecinales en España. 2017, de VIU Sitio web: https://es.slideshare.net/cpp_es/cpp-litigios-vecinales.
  • España. Ministerio  de  Justicia  (2012). Ley  5/2012, de  6  de  julio,  de  mediación en asuntos civiles y mercantiles. Madrid: BOE. De 7 de julio de 2012.