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Ciencias de la Salud

La hipermnesia, la dificultad de lo inolvidable

Hablar de hipermnesia es poco común debido a la popularidad de su opuesta: la amnesia. Y es porque esta última, como pérdida de memoria, es parte del proceso de envejecimiento y en ocasiones se manifiesta en la juventud como lagunas. Pero recordar fluidamente muchos detalles también es posible.

En esto consiste la condición contraria a la amnesia. Es una anomalía caracterizada por la exaltación de la memoria, que se vuelve muy minuciosa y recuerda hechos o aspectos extremadamente puntuales. Puede darse por la incidencia de drogas, por efecto de una crisis, por algún trauma cerebral o por una enfermedad neurológica.

¿Qué se entiende por hipermnesia?

Aunque hemos comenzado señalando en qué consiste esta condición, definirla significa incluir sus variantes. Los que tienen esta cualidad no encuentran gran distinción entre lo que se considera corto plazo y largo plazo.

Hechos que pasarían por inservibles en una persona común están siempre disponibles en quien goza de una memoria hiperactiva, sin importar que transcurran muchas décadas. Las personas con este fenómeno pueden tener acceso a recuerdos de toda su vida, mes por mes. Algo que le da el nombre de memoria autobiográfica.

Como podrás imaginar, esta alteración es una ventaja muy limitada. Una memoria hipertrofiada puede ser un grave impedimento, que estorba hasta el ejercicio mismo de pensar. Si buscas qué es la hipermnesia encontrarás que su carácter es básicamente el de una enfermedad.

La supervivencia es posible, por una parte, gracias al olvido. Pero no solo por hechos tristes o traumáticos que quedan aplazados en la memoria. También porque todo nuevo capítulo de vida necesita de una mente lo suficientemente desocupada y disponible.

No olvidar puede implicar estancamiento, porque hace extremadamente difícil delimitar prioridades. Por ello se entorpece el pensamiento y gran parte de las tareas se demora más de lo normal.

Producir ideas es un trabajo mucho más exigente en estas personas porque les cuesta encontrar lo distinto. Tienden a equiparar casi todo. Ello explica que los test de inteligencia no muestren una habilidad superior a la de las personas con memoria normal.

A veces esta irregularidad puede ser considerada un trastorno asociado al espectro autista. Pero sus particularidades la hacen tan singular que el número global de personas que la poseen es mínimo y se desconocen. Te mostramos ahora los tipos de hipermnesia conocidos:

  • Retrógrada: Se define en relación con el origen de la hipertrofia. Por lo general tiene que ver con la ingesta de medicamentos, drogas o lesiones cerebrales. La hipermnesia retrograda significa que la persona recuerda con excesivo detalle lo ocurrido antes del trauma.
  • Anterógrada: En esta variante los sucesos evocados con total minuciosidad son los que ocurrieron después de la lesión o el inicio de los recuerdos.
  • Afectiva: Relacionada con el impacto emocional y el desequilibrio nervioso. Pueden desatarla la depresión, los trastornos obsesivos compulsivos y algunos de sus asociados como la ansiedad. En general, la hipermnesia afectiva tiene que ver con el comportamiento maniático, una hiperactividad y una euforia bien distinguidas de la depresión.
  • Selectiva: Solo determinada información es memorizada con detalle. Puede quedar a voluntad del individuo que padece la condición, independientemente de que el suceso recordado sea anterior o posterior al origen de los recuerdos.

Pero en la hipermnesia selectiva también puede suceder que los recuerdos remitan solo a un tipo de información. Por ejemplo, nombres científicos de animales o plantas, libros de medicina o pasajes de la literatura, de los que es posible evocar línea por línea.

Algunos especialistas distinguen dos derivados de este último tipo: las hipermnesias verbales y las hipermnesias visuales. En el primero es fácil para la persona recordar discursos enteros, conversaciones y muchos otros tipos de manifestaciones de la palabra. En el segundo, los patrones de formas y colores, las imágenes y ciertas escenas cotidianas quedan registradas con toda especificidad.

¿Existe una sintomatología además de la memoria atípica?

Es común que la persona recuerde al mismo tiempo que experimenta somatizaciones, en cuyo caso estas tienen que ver con el origen de la anomalía. Si la hipermnesia y sus causas están en alguna manía, es de esperar que la persona tenga problemas para dormir o sosegarse.


En amplios términos, si esta memoria excepcional es un episodio de alguna condición psicológica como depresión o ansiedad, la inestabilidad del humor será frecuente. La hiperactividad, la tristeza o la irritabilidad pueden movilizar recuerdos de sucesos que parecían totalmente insignificantes o ínfimos.


Desde luego el resto del organismo puede verse afectado. Es lo que sucede con las taquicardias, como acompañantes de la euforia o la ira. En ciertas personas la memoria alterada produce ansiedad, y en otras, la ansiedad produce la alteración de la memoria. Pero el círculo vicioso está casi asegurado.

La hipermnesia y síntomas son más evidentes cuando el origen de este trastorno de la memoria ha sido algún traumatismo cerebral. Esta clase de lesión podría desencadenar problemas neurológicos como fallas de equilibrio y coordinación, dificultades de la vista, dolores de cabeza o mareos. Y también, particularmente, problemas de articulación en el habla.

Por este último grupo de síntomas existen especialidades como El Máster en neurociencia e investigación en imagen neurológica. El estudio del sistema nervioso permite encontrar claves para mejorar la calidad de vida de quien ha sufrido traumatismos. Se emplearían tratamientos con el objetivo de reducir los síntomas relacionados con estos, ya que se considera que la hipermnesia en sí carece de cura.

Ahora bien, la genética también puede ser origen de este fenómeno y es, de hecho, lo más habitual. En aquellos que lo manifiestan el lóbulo frontal y el lóbulo temporal están más desarrollados que en otras personas. Además, las conexiones neuronales encargadas de la memoria pueden estar mejor formadas. Pero, aunque puede ser algo congénito, se muestra después de cierta edad.

Los tratamientos aplicables

Toma en cuenta que, al no ser propiamente una enfermedad, la exaltación de la memoria no requiere un tratamiento particular. Pero cuando hay otras dolencias asociadas, como la esquizofrenia, el trastorno obsesivo-compulsivo, el autismo o el estrés postraumático, entonces la medicina se concentra en ellas.

Para tratar el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) los especialistas emprenden una terapia cognitivo conductual (TCC). Esta transforma patrones y promueve la concentración en estímulos distintos al de la obsesión. La fijación, tan asociada con la excepcional memoria, puede ser reorganizada y los síntomas vinculados con las obsesiones, como la taquicardia, pueden reducirse con medicamentos.

La terapia de exposición es el procedimiento usual cuando el desencadenante de los recuerdos ha sido el estrés postraumático. La situación del trauma es confrontada de manera controlada y con asistencia de un médico. De esta manera, la persona puede dominar el shock originado y sus consecuentes flashes de memoria. De vez en cuando se usan fármacos.

Si existe incidencia del espectro autista, nuevamente ciertas terapias conductuales son efectivas. Estas contribuyen con las habilidades sociales del individuo, que puede estar ocupando tiempo de más en su memoria autobiográfica. Por ello, también los tratamientos del lenguaje y las destrezas comunicativas pueden ser muy beneficiosos.

Las terapias ocupacionales sirven para introducir a la persona a otras habilidades, especialmente las relacionadas con la percepción. La posibilidad de crear pasatiempos e intereses ayuda a divertir los datos recordados.

En otras personas la hipertrofia de memoria exige un psiquiatra. Principalmente, si esta tiene que ver con padecimientos como la esquizofrenia. Pero también pueden ser requeridos cuando hay depresión o ansiedad, sean la causa o el producto de los recuerdos descontrolados.

Un par de ejemplos de hipermnesia en la historia

Dada la poca frecuencia de esta capacidad memorística, son pocos los registros de personas que la han tenido y de Latinoamérica casi no se sabe. El más famoso es el del político estadounidense Kim Peek. No obstante, te presentamos dos casos separados por un siglo:

  1. Solomón Shereshevski: Periodista ruso nacido en 1886. Su memoria tenía que ver con la sinestesia. Es decir, una palabra podía evocarle inmediatamente cadenas de hechos relacionados con un olor, sonidos o una textura. También se le hacía fácil recordar fórmulas matemáticas muy complejas o textos en idiomas extranjeros, exponiéndose a estos estímulos por muy pocos minutos.
  2. Aurelien Hayman: Podría ser el más reciente entre los ejemplos de hipermnesia. Es un galés que desde los 14 años puede recordar con gran detalle todos los días de su vida. Es uno de los casos de hipertimesia, que designa especialmente los recuerdos relacionados con fechas.

Muchos pueden beneficiarse de esta capacidad para recordar, incluso por sus profesiones. Todos aquellos que trabajan con datos, como médicos, ingenieros, cargos en bibliotecas, o actores. También se hace posible adquirir más habilidades. Pero todo tenderá a ser muy mecánico por el recuerdo de la actividad, paso por paso.

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