
Un estudio de VIU aborda el análisis de los ‘Exiliados económicos’ españoles a Latinoamérica durante la crisis global de 2008
La investigación es uno de los pilares fundacionales sobre los que se construye la Universidad Internacional de Valencia. Muestra de este compromiso con la creación, transferencia y divulgación de conocimiento es el Plan Estratégico de Investigación y Transferencia implementado por la universidad y en el que se incluye una importante dotación anual para el financiamiento de proyectos de investigación propios.
Uno de estos proyectos, cuyos resultados son presentados durante este mes de octubre es el encabezado por la Dra. Jara Rodríguez Fariñas, PhD en Sociología y directora del Grado en Relaciones Internacionales de VIU. Desarrollado junto a las investigadoras de VIU Dra. Ana Patricia Cubillo Guevara y Dra. Marta Pazos Seoane, el proyecto aborda, a lo largo de dos artículos de investigación, el fenómeno de los ‘Exiliados económicos’ españoles a Ecuador durante la crisis global de 2008. Lo hace utilizando un enfoque desde la teoría de la colonialidad, aportando una mirada novedosa, crítica y que sirve para contextualizar un fenómeno migratorio sobre el que existe una notable escasez de literatura y análisis.
Para conocer más sobre el proyecto, nos pusimos en contacto con la Dra. Rodríguez .
¿Cómo nace la idea para este proyecto? ¿Por qué este tema y esta perspectiva?
En la Universidad Internacional de Valencia (VIU) formo parte, junto a otras compañeras, del Grupo de Investigación Perspectivas Sociales Interdisciplinarias (GIPSI-VIU). Desde este espacio desarrollamos investigaciones en Ciencias Sociales desde una perspectiva interdisciplinaria, prestando especial atención a cuatro amplias líneas de investigación: Estudios del Desarrollo. Estudios de Género. Estudios de las Migraciones y Estudios de área (América Latina, Europa, entre otros).
Cuando en la VIU se abrió la convocatoria para presentar proyectos de investigación, nos pareció una excelente oportunidad para retomar una línea de investigación que llevo trabajando desde hace más de diez años: las migraciones Norte-Sur. Esta elección se vincula, además, con mi tesis doctoral titulada: “Exiliados económicos” La nueva emigración española a América Latina (2008-2016), en la que analicé la salida de españoles hacia diversos países latinoamericanos como consecuencia, entre otros factores, de la crisis económica global de 2008.
En aquel contexto emergió el Movimiento de los Indignados (conocido como el 15M) y, a partir de él, distintos colectivos sociales (las denominadas mareas) que manifestaba su desacuerdo con las políticas implementadas para hacer frente a la crisis. Entre estas surgió la Marea Granate, que visibilizó una nueva migración de españoles a quienes pronto se empezó a denominar “exiliados económicos”. La mayoría eran personas jóvenes con una alta cualificación, aunque con trayectorias diversas: muchos migraron hacia países europeos con el objetivo de aprender idiomas, trabajando en empleos no cualificados, mientras que un grupo significativo eligió destino en América Latina, atraídos por el crecimiento económico de ciertos países de la región.

Las preguntas que guiaban aquella investigación eran: ¿cuál era el perfil socioeconómico de estos españoles?, ¿cuáles eran las causas de esta nueva migración?, ¿cuáles fueron sus dificultades?, ¿cuál era su situación actual? y ¿cuáles eran sus perspectivas de futuro? A partir de esas indagaciones se publicaron diversos artículos académicos.
Sobre esa base y manteniendo los contactos establecidos con parte de esos migrantes españoles en América Latina, surgió una nueva inquietud: ¿qué había sido de ellos después de diez años? La convocatoria de proyectos nos brindó la posibilidad de dar continuidad a esta línea de trabajo y nuestra propuesta resultó seleccionada.
¿Nos puedes explicar, a grandes rasgos, el enfoque de los artículos y cómo se relacionan entre ellos?
Ambos artículos que próximamente se publicarán forman parte del mismo proyecto de investigación, aunque en este caso se centran en Ecuador. El estudio aborda la migración de personas españolas hacia Ecuador entre 2008 y 2015, en el contexto de la crisis económica que afectó profundamente a España. Si bien cada texto analiza el fenómeno desde perspectivas distintas, en conjunto ofrecen una mirada integral del ciclo migratorio.
El primero se centra en el inicio del proceso migratorio. Analiza las razones por las que miles de personas españolas decidieron emigrar a Ecuador en aquellos años, cómo se autodenominan como “exiliadas económicas” y cuáles eran sus perfiles socioeconómicos. A partir del análisis se identifican cinco tipos de exilio económico: por embargo, por deudas, por expatriación, por precariedad laboral y por falta de oportunidades. Asimismo, se estudia de qué manera los contextos político y económico de España y Ecuador actuaron como fuerza de expulsión y atracción. Una parte relevante del trabajo analiza cómo el concepto de “exilio económico” se construyó social y políticamente, en gran medida a través del movimiento 15M y la Marea Granate, y cómo fue posteriormente asumido por las propias personas migrantes como parte de su identidad.
El segundo artículo, amplía la mirada hacia el largo plazo y se pregunta qué sucedió con estas personas una vez que emigraron: ¿permanecieron en Ecuador?, ¿regresaron a España?, ¿optaron por un nuevo destino migratorio? Para responder, se adopta una perspectiva crítica basada en la teoría de la colonialidad, que permite comprender cómo los migrantes españoles fueron integrados en la sociedad ecuatoriana como parte de los grupos sociales privilegiados, gracias a su origen europeo, su capital académico y su fenotipo. El estudio también examina las motivaciones del retorno, que van más allá de lo estrictamente económico: factores como la familia, la salud o la educación en España resultaron determinantes en la decisión de regresar.

En conjunto, ambos artículos se complementan: el primero explica cómo y por qué comenzó esta migración, y el segundo cómo evolucionó y cuáles fueron sus consecuencias. A través de esta doble mirada se evidencia que el fenómeno no puede entenderse únicamente en clave económica, sino también político, social y simbólico, y que nos invita a repensar las dinámicas migratorias entre el Norte y el Sur global.
Respecto a la investigación que analiza la migración española hacia Ecuador durante la crisis económica de 2008 a 2015, ¿qué conclusiones destacarías?
El artículo aborda un fenómeno poco visibilizado, pero de gran relevancia: la migración de personas españolas hacia Ecuador en el período comprendido entre 2008 a 2015, en el contexto de la crisis económica global. A partir del análisis realizado, se extraen varias conclusiones que permiten comprender mejor este proceso.
En primer lugar, se evidencia que esta migración no puede interpretarse como una simple búsqueda de aventura o de experiencias vitales distintas, como en ocasiones plantearon algunos discursos oficiales. Para muchas personas, especialmente jóvenes con formación universitaria, se trató de una salida forzada frente a la falta de oportunidades laborales en España. De ahí que gran parte de las personas protagonistas se autodenominaron “exiliadas económicas”, un término cargado de significado que expresa la sensación de haber sido expulsadas por las circunstancias.
En segundo lugar, el estudio muestra que Ecuador se configuró en un destino atractivo no solo por la coyuntura económica favorable que vivía en aquel momento, sino también por la implementación de políticas de atracción de talento extranjero. Esto facilitó que muchas personas migrantes españolas accedieran a empleos acordes a su cualificación, en particular en los ámbitos académico, educativo y técnico.
Otro hallazgo relevante fue la identificación de cinco tipos de “exilio económico”: por embargo, por deudas, por expatriación, por empeoramiento de condiciones laborales y por falta de oportunidades. Este último tipo resultó ser el predominante, representando alrededor del 85% de los casos analizados, lo que subraya el carácter estructural de la precariedad en el mercado laboral español.
Finalmente, el artículo plantea una reflexión más amplia: la migración cualificada desde el Norte hacia el Sur global desafía los modelos tradicionales de análisis migratorio, generalmente centrados en los flujos en sentido contrario. En este caso obliga a repensar la movilidad humana en contextos de crisis y a considerar cómo factores políticos, económicos y simbólicos interactúan en las decisiones de migrar.

En resumen, el estudio nos muestra que cada experiencia migratoria encierra una historia compleja, y que el denominado “exilio económico” español en Ecuador puede entenderse, en muchos casos, como una forma de resistencia ante la precariedad, y una búsqueda de dignidad tanto profesional como personal.
Y en relación con la investigación que estudia la evolución de la migración española en Ecuador desde 2008 a 2021, ¿qué hallazgos y reflexiones resultan más relevantes?
Este artículo también analiza la migración de personas españolas hacia Ecuador durante la crisis económica de 2008–2015 pero amplía la mirada hasta 2021, y lo hace desde una perspectiva teórica particularmente sugerente: la teoría de la colonialidad. Es decir, examina cómo el origen europeo, la formación académica y el fenotipo de estas personas influyeron en la integración social de estas personas en Ecuador.
Una de las principales conclusiones es que, aunque esta migración estuvo en un inicio impulsada por la falta de oportunidades en España, muchas de las personas migrantes encontraron en Ecuador un espacio propicio para desarrollarse profesionalmente y mejorar su calidad de vida. Esto se explica en gran medida por la existencia de mecanismos sociales que valoran positivamente a las personas procedentes del Norte Global, especialmente cuando cuentas con estudios universitarios.
El estudio muestra que una parte significativa de estas personas accedió a empleos bien remunerados, sobre todo en universidades, organizaciones no gubernamentales y sectores técnicos, lo que les permitió mantener un estilo de vida cercano a la clase media-alta. Este fenómeno se explica a través de la “colonialidad del poder, del saber y del ser”: estructuras sociales heredadas del pasado colonial que favorecen a personas blancas, europeas y con títulos académicos occidentales.
Sin embargo, a partir de 2015, con la crisis económica en Ecuador y la recuperación paulatina en España, comenzó un proceso de retorno. La mayoría de las personas migrantes decidieron regresar, no únicamente por razones laborales, sino también por motivos familiares, educativos y de salud. El retorno, no obstante, no estuvo exento de dificultades: muchas personas perdieron el estatus que habían alcanzado en Ecuador y enfrentaron dificultades para reinsertarse laboralmente en España. Sin embargo, la experiencia laboral adquirida en Ecuador se reveló como un capital valioso que, con el tiempo, les permitió acceder a mejores empleos en España. Esta experiencia profesional que las personas migrantes españolas adquirieron en Ecuador difícilmente habría podido alcanzarse en tan poco tiempo de haber permanecido en España.

En resumen, esta investigación nos invita a mirar más allá de los números y entender cómo las dinámicas de poder, conocimiento y percepción social atraviesan los procesos migratorios. Muestra, además, que la migración no es solo un movimiento físico, sino una experiencia profundamente marcada por el contexto político, económico y simbólico de cada país. Asimismo, evidencia que, las migraciones Norte-Sur en tiempos de crisis en los países del Norte puede convertirse en una estrategia que, de manera paradójica, reproduce elementos de poder vinculados a la colonialidad.
Has mencionado que el el análisis se ha efectuado desde la teoría de la colonialidad del poder, del saber y del ser ¿Nos puedes explicar de forma sencilla en qué consiste este marco conceptual?
La teoría de la colonialidad del poder, del saber y del ser es una herramienta analítica que permite comprender cómo persisten ciertas desigualdades en nuestras sociedades, incluso después del fin del colonialismo formal. Fue desarrollada por el sociólogo Aníbal Quijano y otros pensadores decoloniales, y parte de la idea de que el colonialismo dejó una huella estructural que sigue marcando la forma en que se distribuye el poder, se legitiman los conocimientos y se valora a las personas.
En primer lugar, la colonialidad del poder, se refiere a cómo se distribuye el poder en la sociedad. En muchos países del Sur Global, como Ecuador, las personas blancas, europeas o del Norte Global suelen ocupar espacios de privilegio, lo cual no es fruto del azar, sino de una herencia colonial que estableció jerarquías raciales y geopolíticas. En el caso de la migración española a Ecuador, este patrón se refleja en que muchas personas accedieron a empleos bien remunerados y valorados en parte gracias a su origen europeo.
En segundo lugar, la colonialidad del saber, alude a qué conocimientos se consideran válidos o superiores. En contextos marcados por esta lógica, el saber occidental (como los títulos universitarios europeos) suelen valorarse más que el saber local. Esto explica por qué, en Ecuador, los títulos obtenidos en España eran percibidos como más prestigiosos, facilitando la contratación de profesionales españoles en universidades, centros de investigación u organismos internacionales.
En tercer lugar, la colonialidad del ser hace referencia a cómo se valoran y jerarquizan las formas de ser, vivir y sentir. Las personas procedentes del Norte Global son frecuentemente vistas como modelos a seguir, lo que se refleja en aspectos como estilo de vestir, de hablar o de consumir. En el caso analizado, la buena acogida social que tuvieron los migrantes españoles en Ecuador facilitó su integración y reforzó esas dinámicas simbólicas de diferenciación.
En resumen, este enfoque permite entender que la migración no es solo un movimiento geográfico, sino también un proceso atravesado por relaciones de poder, desigualdades históricas y significados simbólicos. En el caso de la migración española a Ecuador, la teoría de la colonialidad permite explicar por qué muchas de estas personas migrantes lograron insertarse con relativa facilidad en sectores estratégicos y alcanzar un nivel de vida y oportunidades que no tenían en España.
Entendiendo este marco conceptual ¿Puedes establecer un paralelo respecto de qué forma operan los mecanismos colonialistas en los procesos migratorios Norte global-Sur global y cómo afectan la fenomenología de las migraciones Sur global-Norte global?
Los mecanismos colonialistas, es decir, las estructuras sociales, culturales y simbólicas heredadas del colonialismo, siguen operando en los procesos migratorios contemporáneos. Lo hacen, además, de forma diferenciada según la dirección del flujo migratorio.
Cuando se trata de migraciones del Norte Global al Sur Global, como en el caso de personas españolas que emigraron a Ecuador durante la crisis económica, estos mecanismos suelen actuar como facilitadores de la integración. En muchos países del Sur Global existen una valoración positiva de lo europeo, lo blanco y lo occidental. En consecuencia, como hemos comentado anteriormente, las personas migrantes del Norte acceden con relativa facilidad a empleos bien remunerados, a espacios de reconocimiento social y, en algunos casos, a espacios de poder. De este modo, son percibidas como parte de las élites locales, incluso si en su país de origen no ocupaban tales posiciones.
En cambio, cuando se trata de las migraciones del Sur Global al Norte Global, los mecanismos colonialistas operan en sentido contrario, actuando como barreras. Las personas migrantes del Sur se enfrentan a procesos de racialización, discriminación y exclusión que limitan sus posibilidades de integración. Sus conocimientos y títulos suelen ser deslegitimados o directamente no reconocidos, sus culturas son marginadas y su acceso a empleos cualificados y derechos sociales es restringido. Lejos de ser vistas como parte de las élites, son tratadas como población subordinada, incluso si tienen formación o experiencia profesional.

Por ello, la teoría de la colonialidad nos ayuda a entender que las migraciones son procesos profundamente asimétricos. Migrar desde el Norte al Sur no implica las mismas condiciones ni los mismos efectos que hacerlo desde el Sur al Norte: mientras en un caso se abren puertas gracias a jerarquías históricas heredadas, en el otro se refuerzan dinámicas de exclusión y subordinación.
Los artículos se centran en las migraciones económicas España – Ecuador ¿Pero consideras que algunas o todas las conclusiones y fenómenos observados se pueden extrapolar a la migración española a otros países de Latinoamérica y el Sur global?
Sí, definitivamente. Aunque estos artículos se centran en el caso específico de Ecuador, muchos de los fenómenos observados pueden se extrapolados a otros países de América Latina y del Sur global.
Por ejemplo, el hecho de que las personas migrantes españolas accedan con relativa facilidad a empleos cualificados, sean bien recibidas socialmente y se integren en sectores estratégicos no es exclusivo de Ecuador. Este patrón se repite en otros países, que ya hemos estudiado, donde existe una valoración positiva de lo europeo, lo blanco y lo occidental. Es una herencia del colonialismo que sigue operando en muchas sociedades latinoamericanas. Es cierto que cada país tiene demandas específicas y características propias, pero las dinámicas generales son comparables.
Asimismo, los denominados “exiliados económicos” encuentran en el Sur global un espacio para desarrollarse profesionalmente, también lo hemos documentado en otros países de la región como Chile, México, Argentina, Brasil. Con frecuencia, estas migraciones cualificadas se producen en contextos donde los países receptores están impulsando reformas educativas, científicas o tecnológicas, y requieren personal formado en el Norte (un fenómeno que se vincula directamente con la colonialidad del saber).
Lo particularmente interesante es que, aunque estas personas migrantes no siempre se consideran privilegiadas en su país de origen, al llegar al Sur global se benefician de estructuras sociales que les otorgan un estatus elevado. La teoría de la colonialidad del poder, del saber y del ser explica cómo se construyen las jerarquías sociales en función del origen, la raza, el conocimiento y el estilo de vida.
Por tanto, aunque cada país tiene sus particularidades, los mecanismos que facilitan la integración favorable de migrantes del Norte en el Sur global, y las tensiones que esto genera, son bastante similares. Por eso, los hallazgos de estos dos artículos pueden servir como base para estudiar otros casos y ampliar el análisis comparativo de las migraciones Norte-Sur.

