El Grupo de Investigación VIU GRIAVE, señala la formación de los padres y docentes como un factor clave en la lucha contra el acoso escolar

• El Grupo de Investigación Adolescencia, Violencia y Educación (GRIAVE) de la Universidad Internacional de Valencia enfatiza la importancia de la formación específica sobre acoso escolar a docentes y padres
• Las cifras de acoso escolar han vuelto a repuntar en el año anterior y este, después de una disminución provocada por la pandemia

El acoso escolar es un problema que se niega a desaparecer. Después de que sus estadísticas globales menguaran, como consecuencia del confinamiento y suspensión de las clases presenciales, 2021 ha marcado un desasosegante repunte de las cifras. Según señala el IV Informe de Prevención del Acoso Escolar en Centros Educativos de Fundación ANAR y Mutua Madrileña, uno de cada cuatro alumnos/as (24,4%) reconoce que ha participado en una situación de acoso escolar. La misma fundación, en su Informe anual indica que el acoso escolar ha sufrido un incremento de un 68,8% durante 2021.

Ante estas preocupante realidad, el Grupo de Investigación Adolescencia, Violencia y Educación (GRIAVE) de VIU advierte que “A raíz del aumento del acoso escolar en los últimos años, y de la gravedad de las consecuencias, es de vital importancia que los agentes educativos se formen para tomar medidas directas en los centros escolares. De lo contrario, la acción se repite y se acaba deshumanizando el grupo, afectando a su salud mental, física, regresión a nivel social o, incluso, puede llevar a comportamientos de riesgo vital”.

Por ello, indican, es esencial sensibilizar al alumnado frente a conductas de agresión, un fin para el que es indispensable el trabajo docente en aula, mediante la realización de diversas actividades como charlas, tutorías grupales, uso de recursos audiovisuales y dinámicas que consigan que en el conjunto de alumnos no haya agentes pasivos frente a las agresiones. Este trabajo construirá un espacio seguro y un ambiente de confianza, en que cualquier alumno que sea testigo de una agresión no tenga dudas de hacérselo saber al equipo docente. Para conseguir estos resultados, es muy conveniente que los profesores reciban formación especializada en los distintos aspectos del acoso escolar, ya sea en los planes de estudio del Grado de Magisterio, en el máster de Secundaria o bien a través de títulos especializados en la materia. “Las clases deben crear un ambiente de igualdad y empatía, buscando los puntos fuertes de cada alumno para que todos puedan aportar desde una visión positiva”, indican desde el grupo de investigación de VIU.

Otro aspecto fundamental en la prevención del acoso y las conductas violentas, es el rol de las familias. Los colegios e instituciones educativas no tienen la capacidad de abarcar la formación en ciertos valores y conductas con la misma profundidad e impacto que las unidades familiares, y por ello resulta imprescindible que padres y otras figuras de autoridad familiar cuenten con las herramientas necesarias para educar y socializar a niños y adolescentes en como actuar frente al acoso escolar. Valores como el respeto, la tolerancia o la empatía son fundamentales, en primera instancia para no ejercer la violencia y el acoso contra nadie, y en segunda instancia para actuar en defensa de quienes son receptores de este tipo de agresiones y denunciarlas a sus profesores o responsables en los centros de estudio.

“Es clave que el trabajo contra el acoso escolar se realice por parte de todo el equipo docente del centro, pero también de las familias. Los padres tienen un papel fundamental en la prevención del acoso, dado que facilitan a sus hijos las herramientas necesarias para la resolución pacífica de conflictos desde edades muy tempranas”, explican desde GRIAVE.

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Con el fin de ayudar a padres y docentes a trabajar en los propósitos expuestos, el grupo de investigación de VIU ha elaborado un listado con 6 puntos básicos que sirven de guía para ayudar en la prevención e intervención de este grave problema:

1. Crear un ambiente de igualdad y empatía dentro de las aulas, de modo que los alumnos sientan que pertenecen a un mismo grupo y sean conscientes de que no están solos.
2. Fomentar la comunicación entre docentes y alumnos para que se sientan escuchados en caso de percibir algún tipo de violencia.
3. Sensibilizar al grupo frente a las conductas de agresión a través de recursos que se puedan trabajar en equipo.
4. Realizar talleres de formación para docentes, alumnos y familias en materia de acoso escolar a fin de conocer técnicas para prevenir este problema.
5. Detectar las primeras señales de agresión y mostrar apoyo y confianza para que el alumnado acuda en busca de ayuda si sienten que la necesitan.
6. Desarrollar un discurso en sintonía para los alumnos, la familia y la escuela, a través de campañas de sensibilización.