Método Singapur

Método Singapur: el modelo de enseñanza que ha revolucionado el aprendizaje de las matemáticas

Equipo de Expertos en Educación

El método Singapur se ha revelado como uno de los más interesantes y efectivos a la hora de ayudar a que los niños aprendan matemáticas. Se trata de un sistema que da protagonismo al alumno y contribuye a que desarrolle su pensamiento crítico. Además, le resulta muy útil para comprender conceptos abstractos. En la Universidad Internacional de Valencia (VIU) queremos contar sus aspectos más importantes.

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¿Qué es el método Singapur?

Cuando hablamos de método Singapur, hacemos referencia a una metodología basada en diferentes principios pedagógicos. Todos ellos tienen el objetivo de favorecer el aprendizaje a partir de la experimentación y la participación. Debe su nombre al país asiático en el que nació.

En concreto, el método Singapur para las matemáticas surgió a partir de los estudios de Jerome Brunner, Zoltan Dienes y Rickard Skemp. Estos tres pedagogos se apoyaron en las teorías de Lev Vygotsky para desarrollar su trabajo.

Este método gira, principalmente, en torno a la resolución de problemas. Esta es la razón por la que resulta tan efectivo para el aprendizaje de las matemáticas. Aunque es útil para casi todos los alumnos hasta los 14-16 años, es más eficaz en los más pequeños. Por ello, es habitual que se enseñe a los estudiantes del Grado en Infantil.

Esto se debe, en gran medida, a que se enseña al niño a razonar antes de sumergirle de lleno en la técnica operatoria. De hecho, como afirman sus creadores, el objetivo primordial no es resolver los problemas, sino entenderlos e interpretarlos. Si lo consiguen, se resolverán prácticamente solos.

¿Cuáles son los principios y etapas fundamentales del método Singapur?

Para realizar una precisa explicación del método Singapur, es necesario saber cuáles son los principios sobre los que se sustenta. En primer lugar, tenemos que explicar que coloca al niño en el centro de todo. Es decir, lo convierte en el protagonista de su propio aprendizaje. Asimismo, parte de lo concreto para, poco a poco, llegar al conocimiento abstracto que tan importante resulta en materias como las matemáticas.

Fue Jerome Brunner el encargado de diseñar el modelo de aprendizaje de este método. Para ello, dio prioridad absoluta a los contenidos visuales y a las situaciones inspiradas en el día a día. Lo dividió en tres etapas, que son las siguientes:

  • Etapa concreta. Es la primera de todas y consiste en presentar el problema. En ella se invita al niño a que explore y manipule una serie de objetos. Es el caso, por ejemplo, de los cubos de Mathlink o las torres de fracciones.
  • Etapa visual. Superada la primera fase, llega el momento de modelizar el problema al que se enfrenta el alumno. En este punto, los objetos que citamos anteriormente son sustituidos por imágenes que los simbolizan. Esto permite presentar el problema de un modo esquemático.
  • Etapa abstracta. Tras las dos etapas anteriores, hay que enfrentar al alumno a la operación matemática deseada. La ventaja es que, gracias a ellas, habrá comprendido conceptos como la suma, la resta, la multiplicación o la división.

Por tanto, podemos comprobar que el método Singapur se basa en la resolución de problemas para garantizar el aprendizaje del alumno. Pero, además, afirma que el mejor modo de reforzar los conocimientos adquiridos es mediante la asimilación de otros nuevos. Esto supone un avance constante en la formación y evita interrupciones que le retrasen.

Tampoco se trata de lanzar nuevos conceptos al alumno a toda costa. De hecho, otra de las premisas de este método educativo es que siempre es mejor estudiar pocos temas, pero aprenderlos en profundidad.

La importancia de la verbalización

Otro de los principios básicos del método Singapur en infantil es la verbalización. Con esto nos referimos a que invita a los alumnos a entablar un diálogo, tanto con el profesor como entre ellos.

Esta verbalización se traduce en una mejor metacognición, un concepto que hace referencia a la capacidad para comprender una estrategia de resolución de problemas y su eficacia. Sin duda, un elemento clave en el lenguaje.

Igualmente, esta invitación al diálogo reduce el miedo al error y, en gran medida, a las matemáticas en general. No olvidemos que se trata de una de las materias que mayor temor generan en el alumnado. Equivocarse es parte imprescindible del proceso de aprendizaje.

Basta con acudir a un aula en la que se impartan matemáticas empleando el método Singapur para darnos cuenta de ello. No sería raro que muchos de los niños nos contasen que, desde que se aplica, se ha convertido en su asignatura preferida. Al fin y al cabo, ninguna otra propone tantos desafíos a la hora de aprender.

Un ejemplo ilustrativo sobre cómo aplicar el método Singapur en infantil

El modelo de barras es el más útil para iniciar a los niños en los conceptos matemáticos abstractos. De hecho, son herramientas indispensables para todos los estudiantes de un Máster en NEE (Necesidades Educativas Especiales) que quieran dedicarse a la enseñanza.

En general, este modelo usa una barra de madera o de plástico con una longitud determinada (por ejemplo, 10 cm) a la que se le atribuye un valor redondo concreto (10). Después, se le proporcionan otras barras de tamaño inferior, cuyo valor responde a las dimensiones.

A continuación, se hace que el niño coloque la barra de mayor tamaño sobre la mesa y, justo debajo, las más pequeñas. Esto le permitirá comprender cómo funcionan las sumas y las restas de una forma visual y concreta para, más adelante, enfrentarse al problema abstracto.

¿Qué beneficios ofrece el método Singapur?

Tras estudiar en torno al método Singapur las opiniones de padres, docentes y alumnos, podemos afirmar que reporta todos estos beneficios:

  • El aprendizaje se realiza de un modo progresivo. Se empieza siempre desde elementos sencillos para, poco a poco, elevar la dificultad por medio de la adición de nuevos contenidos.
  • Mantiene motivados a los alumnos. Puesto que siempre encuentran nuevos desafíos y problemas a los que enfrentarse. Así, no caen en el aburrimiento.
  • Mejora la comprensión del mundo que les rodea. Esto se debe, fundamentalmente, a que los niños trabajan siempre con materiales que forman parte de su día a día. Además, los deben manipular, lo que les resulta de gran ayuda para familiarizarse con ellos y con su utilización.
  • Fomento de la experimentación y la creatividad. Dado que son los propios alumnos los que deben hallar las soluciones a los problemas planteados. En este sentido, la labor del docente es actuar como guía para que adquiera los conocimientos, no impartir lecciones magistrales.
  • Los conocimientos se asientan mejor. Puesto que se aprenden mediante el juego. Está demostrado que los niños aprenden mejor y más rápido cuando se divierten durante el procedimiento.

Sin embargo, este método tiene muchas más ventajas. Por ejemplo, gracias a él, los alumnos aprenden antes el “por qué” que el “cómo”, lo que es básico para su comprensión conceptual. Esta es una perspectiva de aprendizaje muy versátil que no solo resulta útil en las matemáticas, sino también en otras materias.

Por su parte, los niños que aprenden matemáticas mediante el método Singapur desarrollan una mayor habilidad en el cálculo mental. Esto les permite definir estrategias sin necesidad de usar lápiz y papel, lo que se traduce en mayor eficiencia a la hora de resolver problemas. Sus capacidades de análisis de la realidad se ven, asimismo, favorecidas.

Tampoco podemos olvidar que los alumnos se muestran más extrovertidos y participativos en el aula. Cuando descubren la solución a un problema planteado, no dudan en levantar la mano y exponerlo a los demás. Esto es muy relevante de cara a fomentar el aprendizaje colaborativo.

La eficacia del método Singapur en cifras

El motivo por el que este método se incluye dentro de los contenidos del Grado en Educación Primaria online es que, desde que empezó a aplicarse en la década de 1980, ha mostrado una gran eficacia. De hecho, ha sido capaz de liderar los resultados de algunas de las pruebas educativas más prestigiosas a nivel internacional, como es el caso de la realizada por el Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA).

Esto sucedió en el año 2015. No obstante, un año antes, también encabezó el Estudio de las Tendencias en Matemáticas y Ciencias (TIMSS). A todo esto hay que sumar que, en 2012, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) lo recomendó dentro de su plan de estudios.

En la actualidad, el método Singapur forma parte de los programas educativos en más de 70 países de todo el mundo. Entre ellos figura España, como no podía ser de otra forma.

En definitiva, el método Singapur se ha convertido en una de las herramientas más útiles del momento a la hora de enseñar matemáticas a los más pequeños. Un modelo educativo con una eficacia más que demostrada y que ayuda a resolver los problemas a partir de su comprensión previa. En VIU te animamos a aprender más sobre él si estás interesando en el ámbito de la educación. ¡Aprovecha nuestra variada propuesta de formación para convertirte en un excelente profesor! ¡Inscríbete!

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