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Investigación VIU

El afecto y la disciplina, decisivos para disminuir el acoso escolar

Beatriz Muñoz
  • El acoso escolar constituye una de las mayores preocupaciones en las escuelas al bajar la edad de los agresores y aumentar la violencia de las acciones.
  • Según el informe de la Universidad Internacional de Valencia (VIU) Planes de intervención frente al acoso escolar en España y América Latina, tanto víctimas como agresores presentan trastornos psicológicos, conductuales y emocionales que influyen negativamente en el rendimiento escolar.
  • En España, el acoso entre iguales no es más frecuente en los centros desfavorecidos, como ocurre en la media de los países OCDE

Valencia a 13 de diciembre de 2017.- A pesar de que el bullying es cada vez más visible gracias a la labor de concienciación que se está realizando desde los principales agentes de la comunidad educativa, la realidad es que, el acoso escolar constituye una de las mayores  preocupaciones en las escuelas, según los datos extraídos del informe PISA publicado este mismo año.

Teniendo en cuenta que la edad de los agresores y víctimas es cada vez menor, las acciones contra la víctima son cada vez más crueles y las novedades tecnológicas al alcance de los alumnos dotan al ciberbullying de un alcance ilimitado. La dimensión social del problema no hace más que aumentar.

Según explica David Aparisi Sierra, profesor en el Máster Universitario en Psicopedagogía de la Universidad Internacional de Valencia (VIU) y autor del informe Planes de intervención frente al acoso escolar en España y América Latina, "en la actualidad no tenemos una única solución real a este problema. Este fenómeno es complejo y su abordaje debe ser multidisciplinar, multimétodo y multiagente"."El tema del acoso escolar debe ser de orden público y para ello, se hace necesaria e imprescindible la colaboración de todos los agentes implicados de forma directa e indirecta en la educación de los jóvenes y también la cooperación de todos los países en el objetivo común de erradicar la violencia dentro y fuera de las aulas".

Si atendemos al Programa para la Evaluación Internacional de alumnos ser víctima de acoso puede afectar negativamente al rendimiento académico dado que las consecuencias emocionales, conductuales y psicológicas de ser acosado influyen en la capacidad de los estudiantes para centrarse en sus tareas académicas. En España, alrededor de un 14% de los estudiantes afirman haber sufrido algún tipo de acoso en el entorno escolar, una cifra que está por debajo del promedio de países OCDE (18,7%).

Según el citado informe, uno de los factores comunes que se relaciona con una incidencia menor del acoso entre iguales y la victimización es la disciplina en clase y en el centro. Cuando los alumnos trabajan en un entorno estructurado y con orden, se sienten más seguros, se involucran más en las tareas escolares y se ven envueltos en menos comportamientos de riesgo.

Tal y como señala el experto de la VIU, “exigir un mayor nivel de disciplina en el centro influye en las situaciones de acoso. Los centros educativos españoles con mayor nivel de disciplina y un alto porcentaje de afecto gozan de menos problemas de acoso escolar que los centros con un clima de disciplina negativo". En definitiva, “potenciar la interacción positiva entre los alumnos a través del aprendizaje cooperativo y sensibilizar a los padres y profesores en un estilo educativo democrático y participativo podría ser clave para disminuir las cifras de acoso escolar.”

EL CIBERBULLYING SÓLO ESTÁ LIMITADO POR EL USO DE LA TECNOLOGÍA Y LA FANTASÍA DE LOS ADOLESCENTES

El análisis de las cifras de los alumnos españoles que declaran usar las nuevas tecnologías fuera de clase indica que, el 22 % de los escolares de nuestro país utiliza Internet más de seis horas un día cualquiera de la semana con lo que se convierten en "usuarios extremos". En promedio, nuestros alumnos navegan durante 167 minutos diarios entre semana y 215 minutos el fin de semana. Además, casi el 70% declaran sentirse realmente mal si no tienen conexión a Internet. Este hábito produce en el menor “un síndrome de abstinencia muy parecido al que tienen los adictos a cualquier sustancia que van desde síntomas de estrés hasta la confusión y el aislamiento" tal y como afirma el profesor de la VIU.

SOBRE EL AUTOR

El profesor David Aparisi Sierra es Doctor en Psicología. Profesor Asociado en el área de Psicología Evolutiva y de la Educación  de la Facultad de Educación de la Universidad de Alicante. Profesor Colaborador en la Universidad Internacional de Valencia (VIU) imparte docencia en el Máster Universitario en Psicopedagogía y como Tutor de prácticas y de Trabajo Final de Máster.

Beatriz Muñoz
Beatriz Muñoz

Equipo de Comunicación de la Universidad Internacional de Valencia.