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Ciencias de la Salud

Reminiscencias: trabajando cognición y emoción en personas mayores

Equipo de Expertos en Ciencias de la Salud

El progresivo envejecimiento de la población así como la proliferación de demencias, en especial la demencia tipo Alzheimer, obliga a buscar alternativas no farmacológicas desde el ámbito psicosocial que atienda las crecientes necesidades de la población envejecida y de sus familiares, que demandan una mayor atención más allá de la intervención tradicional médico-clínica; buscando intervenciones desde un punto de vista centrado en la persona como es el caso de las reminiscencias

¿Qué es?

La reminiscencia es un proceso de pensamiento consciente donde se busca la narración de experiencias importantes del pasado para una persona. No se trataría de recordar algún dato o algún acontecimiento sino de recordar, de la forma más específica posible, pasajes significativos de su vida. La reminiscencia se basa en la memoria autobiográfica y está muy relacionada con la identidad de la persona.

¿Cómo se lleva a cabo?

La intervención se realiza en grupo por turnos dando voz a todos los miembros y se desarrolla a través de elicitadores como fotografías, palabras clave, canciones, objetos, etc. Tiene un fuerte componente social y se centra en aspectos positivos, aunque puede recoger material mnésico triste y / o alegre. Se suelen incluir varias sesiones donde se repasan las diferentes etapas evolutivas de las personas en sesiones de 30 a 90 minutos, una o dos veces por semana, durante un periodo de entre 3 y 16 semanas. En lo que respecta a los componentes de los grupos, en mayores sin deterioro se suelen hacer grupos de 9 a 12 personas, pero en el caso de personas con deterioro cognitivo que requieren más atención y menos estímulos esta cifra se puede reducir considerablemente.

En estas intervenciones, la persona terapeuta actúa guiando el recuerdo con la presentación de los elicitadores y de preguntas. En un primer momento, estas preguntas van a buscar activar recuerdos genéricos para poco a poco guiar el recuerdo hacía detalles más específicos que permitan a la persona tener una activación emocional y única. La forma de trabajar las reminiscencias está directamente relacionada con los efectos esperados. Se ha demostrado que el trabajo de reminiscencias integradoras produce un afecto positivo ayudando a mejorar el estado de ánimo.

Cuando hablamos de reminiscencias integradoras nos referimos a aquellas que implican recordar experiencias que han contribuido al desarrollo de significados personales, aceptando experiencias pasadas negativas o reestructurando algunos acontecimientos. También a aquellas basadas en aceptar eventos negativos o resolviendo los conflictos del pasado así como mediando la discrepancia entre el ideal y la realidad. Este método de trabajo orientaría su recuerdo a través de preguntas sobre su pasado y su experiencia en este. Por ejemplo, cómo fue su infancia, la casa donde nació, sus padres, etc.

Por otro lado, también se apunta que el trabajo con reminiscencias instrumentales, aquellas que suponen la utilización de la experiencia pasada para resolver problemas presentes y aprovecha la información del pasado para afrontar los problemas actuales, aporta una reducción del estado de ánimo negativo propiciando beneficios positivos ya que, en caso de necesidad, implica una activación de unos recursos que en el pasado fueron útiles para solventar problemas parecidos. Actuarían, por tanto, reduciendo la ansiedad e incluso mejorando el estado de ánimo al favorecer las representaciones de sí mismo como persona capaz. Por último, se guiaría a través de preguntas sobre aspectos del pasado comparándolas con situaciones actuales como, por ejemplo, cómo era la educación antes y cómo es ahora, cómo eran los jóvenes antes y cómo son ahora, etc.

 Para ir acabando…

En conclusión, sabemos que el trabajo de reminiscencias supone beneficios sobre todo  a nivel emocional y  teniendo en cuenta  que emplear la atención centrada en  la persona conlleva reconocer la singularidad de la persona, reconociéndola cómo única y fijándose en sus capacidades, esta intervención representa un buen punto de partida de estos principios puesto que pone a la persona en el centro de intervención , con su pasado y presente,  y busca una mejora de la autoestima y autodeterminación.

 

https://youtu.be/I_6Q9r79TzM

Bibliografía:

- Bluck, S. y Levine, L.J. (1998). Reminiscence as autobiographical memory: A catalyst for reminiscence theory development. Ageing & Society, 18, 2, 185-208.

- Gonzalez, J., Mayordomo, T., Torres, M., Sales, A., & Meléndez, J. C. (2015). Reminiscence and dementia: a therapeutic intervention. International psychogeriatrics, 27(10), 1731-1737.

- Martínez, T. (2012). Entrenar la memoria e intervenir en reminiscencias. Barcelona: Panamericana Editorial.

 

Jesús González Moreno.

Profesor colaborador Máster Universitario en Gerontología y Atención Centrada en la persona