Eduardo Jordá VIU
Expertos VIU

Eduardo Jordá: “la poesía es probablemente la manifestación artística más antigua que conocemos y seguirá aquí mientras seamos humanos”

Emilio Vivallo-Ehijo

Este 21 de marzo se celebra el Día Mundial de la Poesía, una efeméride adoptada por la UNESCO en 1999 y sobre el que el organismo afirma que “El Día Mundial de la Poesía es una ocasión para honrar a los poetas, revivir tradiciones orales de recitales de poesía, promover la lectura, la escritura y la enseñanza de la poesía, fomentar la convergencia entre la poesía y otras artes como el teatro, la danza, la música y la pintura, y aumentar la visibilidad de poesía en los medios.” en aras de este espíritu, nos pusimos en contacto con Eduardo Jordá; Director del Experto Universitario en Escritura, Estilo y Creatividad y docente de la Maestría en Creación Literaria con Grupo Planeta; para que nos diera su opinión sobre la relevancia de la poesía en el contexto actual. Eduardo Jordá es escritor de novela, relato y libros de viaje, poeta, periodista de opinión y traductor. Ha publicado las novelas ‘La fiebre de Siam’ y ‘Pregúntale a la noche’, y ha ejercido la crítica literaria en ABC Cultural y Mercurio.

Es una de las manifestaciones artísticas más antiguas y sigue contando con una enorme relevancia a día de hoy ¿Qué es lo que hace única a la poesía cómo género literario?

La poesía es probablemente la manifestación artística más antigua que conocemos. El homo sapiens se hizo sapiens porque empezó a cantar y a bailar para combatir el miedo a la oscuridad o para darse ánimos cuando salía de caza. Ese hecho -cantar y bailar- era ya poesía. El “Poema de Gilgamesh” tiene 4000 años, pero si lo leemos -y yo lo aconsejo porque tiene más fuerza poética y más intensidad verbal que cualquier canción de Rosalía o de C. Tangana- estamos leyendo lo mismo que podría sentir alguien que ha perdido a su mejor amigo en la guerra de Ucrania. Y lo mismo podría decirse de “La Ilíada”, que tiene casi tres mil años. En la existencia humana hay tres temas que jamás cambiarán (al menos mientras siga existiendo eso que ahora llamamos “conciencia” o “alma”): el amor, el paso del tiempo y el miedo a la muerte. Y en vista de que la poesía se dedica a explorar estos tres temas, y lo ha hecho desde el origen de los tiempos, la poesía siempre estará presente entre nosotros. Puede que cambien las fórmulas, puede que cambien los soportes -más baile, más música, más ritmo, más autotune-, pero la poesía seguirá aquí mientras seamos humanos. Gilgamesh, la Ilíada, Dante, Garcilaso, Sor Juana Inés de la Cruz, Rosalía de Castro, Juan Ramón, Machado, Lorca, Alejandra Pizarnik, los raperos: en el fondo, todo es lo mismo: el ser humano que aúlla de miedo o de placer o que tiembla y gime y se revuelca ante el misterio de la existencia.

¿En qué momento se encuentra la poesía actualmente dentro del panorama literario general?

Curiosamente, la pandemia y el encierro obligatorio han impulsado a la gente a leer más, así que la poesía -como una de las posibilidades de la lectura- tiene ahora mejor salud que hace cinco o seis años. Es una salud meramente comercial, pero esa salud existe. Yo diría que es más fácil publicar poesía ahora que hace 20 años. Hay más editoriales y hay más lectores, o al menos hay un público que no se asusta cuando oye la palabra poesía. Antes sí, el público se asustaba porque creía que la poesía era un texto ilegible repleto de metáforas disparatadas. Por fortuna, esa percepción errónea se ha acabado.

¿La poesía debe ser entendida o vivida? Es decir ¿podemos disfrutar de la poesía, aunque no contemos con los conocimientos necesarios para ‘entenderla’ desde un punto de vista académico y literario?

Si la poesía es buena, puede disfrutarla cualquier persona que posea un mínimo de sensibilidad. Es decir, que entenderla es vivirla, y al revés, vivirla es entenderla. Ni siquiera hace falta saber leer. De hecho, en la edad antigua la poesía se recitaba o se cantaba para que pudieran disfrutarla las personas que no sabían leer ni escribir. Hoy en día pasa lo mismo con los raperos o los cantantes de reguetón: mucha gente que no ha leído un libro se sabe de memoria un tema de Bad Bunny. ¿Es eso poesía? A mí no me gusta, que conste, pero yo diría que sí es poesía. Y hay que considerar un hecho asombroso: el rap, por ejemplo, surgió de barrios marginados de Estados Unidos donde unos jóvenes que apenas tenían instrucción académica empezaron a componer largas tiradas de poesía rimada -repito, rimada- para contar las peripecias de su vida llena de droga y violencia y sexo. ¿Es eso poesía? Pues claro que es poesía. Y en algunos casos, excelente poesía. Es decir, que la poesía no se “entiende” desde un punto de vista literario ni académico. La poesía se siente. Si lees un poema de no se sabe quién, que te llega por Twitter o por Instagram, y al leerlo notas que se te eriza el pelo del cogote, eso es poesía. Por supuesto, hay que aspirar a escribir gran poesía, la poesía de Lorca o de Sylvia Plath, pero la poesía no tiene por qué ser literaria. Muchas veces, cuando menos literaria es, mejor poesía resulta ser.

Gran parte de la poesía más exitosa a nivel comercial actualmente proviene de canales no tradicionales como las redes sociales o blogs ¿Cómo evalúas este desplazamiento a lo digital?

Los canales no tradicionales han permitido que la poesía -buena o mala- se difunda de forma masiva. Quizá nunca había habido tanta gente que haya sido expuesta a la poesía como ahora. Las redes están llenas de poemas, por lo general muy malos, pero esos poemas se leen y se difunden y se comparten. Y eso es bueno. Otra cosa es que esa poesía sea poesía de calidad, porque no lo es, pero al menos esa enorme difusión crea en muchos de nosotros la necesidad de leer y de escribir poesía. Lo digital ha propiciado la aparición de poetas jóvenes que venden 40.000 ejemplares en formato libro, cuando lo normal en los poetas de mi generación era vender 500 ejemplares (y eso era un éxito). Muchos de esos poetas que venden 40.000 ejemplares son abominablemente malos, eh, pero nadie podrá negarles la capacidad de llegar al público mayoritario.

¿Qué rol tiene o crees que debe tener la poesía en un contexto como el actual? (pandemia, guerra, polarización, etc.)

La buena poesía no tiene un rol especial en ningún contexto. Como he dicho antes, habla del amor, del tiempo y de la muerte -toda poesía habla únicamente de esos tres temas esenciales, aunque lo haga con variaciones infinitas que siempre van cambiando-, de modo que la buena poesía sólo te afecta cuando te afecta el amor, el paso del tiempo y la llegada de la muerte. Lo que pasa es que todos, en algún momento de la vida, antes o después, estamos expuestos al amor, al paso del tiempo y a la presencia de la muerte. O sea que la poesía siempre va a estar aquí para ayudarnos a enfrentarnos a esos tres misterios esenciales que conforman la existencia humana.

Emilio Vivallo VIU
Emilio Vivallo-Ehijo

Equipo de Comunicación de la Universidad Internacional de Valencia.