Panel de Expertos VIU Manosfera
Panel de expertos VIU

Panel de Expertos VIU | Manosfera ¿Qué es y cuál es su peligro?

 

Según datos de la ONU “a nivel global, se estima que 736 millones de mujeres -alrededor de una de cada tres- ha experimentado alguna vez en su vida violencia física o sexual por parte de una pareja íntima, o violencia sexual perpetrada por alguien que no era su pareja (el 30% de las mujeres de 15 años o más)”. Estas cifras se refuerzan con una investigación publicada en The Lancet, que señala que más de una de cada cuatro mujeres en el mundo ha sufrido violencia de género.

En España, el INE indica que, en 2021, el número de mujeres víctimas de violencia de género aumentó un 3,2%, hasta alcanzar las 30.141. Esto se traduce en una tasa de víctimas de violencia de género de 1,4 por cada 1.000 mujeres de 14 y más años. El panorama en América Latina es igualmente desolador: según las distintas encuestas nacionales disponibles, entre el 63% y el 76% de mujeres y niñas han experimentado algún episodio de violencia por razón de género en distintos ámbitos de su vida; cifras ratificadas por la OMS, que señala que en 2018, en Latinoamérica y el Caribe, cerca de 43 millones de mujeres de entre 15 y 49 años —es decir, 1 de cada 4 mujeres de ese rango de edad— había experimentado violencia física y/o sexual por parte de su pareja al menos una vez a lo largo de su vida. Una cifra que muy probablemente, como ha demostrado la experiencia, ha empeorado con la irrupción del COVID-19.  

Aunque, durante años recientes, se han producido grandes avances tanto en el campo legislativo como en el terreno de la opinión pública (especialmente notorios en casos como el #MeToo o #NiUnaMenos, por ejemplo) estos avances también han generado una intensa respuesta conservadora, que se aglutina en torno a discursos negacionistas y, en muchos casos, abiertamente machistas y apologéticos de diversas formas de violencia contra las mujeres y niñas. Estos discursos encuentran especial acogida y articulación en espacios virtuales, creando una red de diversos movimientos y líneas de pensamiento bajo un paraguas conceptual común, que los especialistas han bautizado como manosfera, término derivado del inglés manosphere y compuesto por las palabras man (hombre) y sphere (esfera, entendido en este caso como un espacio común que reúne a los distintos participantes).

Imagen
Pau Crespo Donet VIU

 

Pau Crespo Donet, sociólogo, criminólogo, máster en Derecho y Violencia de Género y director del Máster Oficial en Intervención Interdisciplinar en Violencia de Género de VIU, define este espacio conceptual como un conjunto de diferentes espacios virtuales, principalmente foros, redes sociales como Youtube y Twitter o páginas web propias, en los que se producen, reproducen y propagan discursos misóginos y antifeministas”.

Explica que “Su origen lo encontramos en la respuesta negacionista a los avances legislativos y sociales en materia de igualdad entre mujeres y hombres, así como en los intentos de visibilización de la grave situación que suponen las violencias contra las mujeres. Para los hombres próximos a estas ideas machistas, la manosfera resulta un espacio seguro para la elaboración de discursos o la búsqueda de información en este sentido”.

Aunque en principio se trate de espacios virtuales, su actividad tiene graves consecuencias en el mundo real, como lo demuestran acciones criminales como la masacre de Isla Vista de 2014 o la masacre del Instituto Superior Umpqua, ambas cometidas por individuos participantes en la manosfera y que expresaron motivaciones misóginas y asociadas a movimientos como los MRA e Incels, en diversos foros y redes sociales. En palabras de Crespo Donet, esto sucede porque en la manosfera se predica una “mayor tolerancia a la violencia y una reducción de la percepción del riego que provoca un aumento de este tipo de situaciones”. Por ello, resulta especialmente preocupante la influencia que los discursos repetidos en este espacio pueden tener sobre jóvenes y adolescentes. De hecho, entre este grupo etario, explica Crespo Donet, son cada vez más populares ideas negacionistas como que la violencia no tiene género”, que los derechos humanos de las mujeres son “una ideología de género” o la “victimización masculina”. Una realidad preocupante, confirmada por el Barómetro Juventud y Género 2021 elaborado por la Fundación FAD Juventud, que advierte de que uno de cada cinco hombres cree que la violencia de género no existe y que solo es un invento ideológico.

Imagen
Helena Aparicio VIU

 

Frente a esto hay un factor que resulta clave: la educación. Helena Aparicio Sanmartín, licenciada en derecho, máster en Derecho y Violencia de género y docente del Máster Oficial en Intervención Interdisciplinar en Violencia de Género de VIU, insiste en la importancia de la formación “ya que cuando se pone en marcha el aparato judicial, el hecho ya ha sucedido, el daño ya se ha causado, y la acción protectora y preventiva de los poderes públicos ha fracasado”. Por ello, indica “Es necesario reflexionar y establecer las medidas necesarias para sensibilizar, orientar, formar y educar a toda la sociedad para prevenir la violencia de género mediante la puesta en práctica de la coeducación”.

 Ahondando en esta afirmación, Aparicio Sanmartín explica que “la coeducación supone reconocer que el modelo actual es sexista y se deben reconocer las conductas y comportamientos machistas para poder establecer medidas y actuaciones desde toda la comunidad educativa con el objetivo de erradicar esas discriminaciones. Exige una intervención explícita e intencionada a partir de la revisión de las pautas sexistas”. De esta manera, en una escuela coeducadora, “las alumnas cobran visibilidad e importancia, se rompen las relaciones de poder desigual entre sexos y se aumentan las posibilidades de elección”. En cuanto a su aplicación, explica que “implica un proceso mediante el que se cuestiona qué enséñanos, cómo enseñamos y por qué enseñamos. Así, la escuela que coeduca, prepara para la vida, educa para la crítica, la convivencia, el compromiso y la justicia”, concluye.

Emilio Vivallo VIU
Emilio Vivallo-Ehijo

Equipo de Comunicación de la Universidad Internacional de Valencia.