
La ley de patentes y su utilidad
La ley de patentes es una de las herramientas más destacadas para fomentar la innovación y el desarrollo tecnológico en nuestro país. El concepto de patente surgió en la Venecia del siglo XV. Su finalidad es recompensar a las personas físicas o jurídicas que realizan un esfuerzo sobresaliente para desarrollar e inventar nuevas tecnologías. De este modo, se estimula el esfuerzo y se promueve la creación de nuevas soluciones.
¿Qué es la ley de patentes?
Se llama así a la norma que regula el procedimiento de concesión de estos títulos de la propiedad industrial. Su objetivo es proporcionar la máxima garantía jurídica y la validez de las patentes otorgadas por la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM).
Por otro lado, establece qué condiciones deben cumplir los solicitantes para que su invención consiga esa protección. Básicamente, son estos requisitos:
- Novedad.
- Actividad inventiva.
- Modelos de utilidad.
Por esta razón, es necesario solicitar un informe a la OEPM previo a la obtención de la patente.
¿Qué supone conceder una patente?
La concesión supone el derecho de explotación de la invención por un período de 20 años si se trata de un país europeo. Esto es, puede comercializarla por sí mismo o dar licencias a terceros con unas condiciones previamente pactadas.
Como contrapartida, el titular ha de describir detalladamente dicha invención para poder hacerla pública. De esta forma, se integra en el conocimiento global y sirve de inspiración a otros científicos o inventores.
Tras esas dos décadas, la patente expira y cualquiera puede usar esa tecnología sin necesidad de consentimiento ni licencia procedente de su titular.
No obstante, la propia ley de patente introduce una excepción en su artículo 95. Señala que, por razones de interés público, el Gobierno puede suspender cualquier patente y someterla al régimen de licencias obligatorias. Esto significa que empresas diferentes al titular tendrían la posibilidad de explotar esta innovación antes de la expiración del plazo de 20 años. Ese interés general lo justifica la propia ley por razones de salud pública o de defensa nacional.
Tipos de patentes
Existen diferentes modos de clasificar las patentes en función del criterio que se escoja para hacerlo.
Según su naturaleza
Estos tipos de patentes se dividen a su vez en:
- Patentes de invención. Este derecho exclusivo se otorga a una invención o procedimiento que aporta una novedad o solución a un problema.
- Patentes de modelo de utilidad. Llamadas también pequeñas patentes o de innovación, proporcionan un derecho exclusivo a una invención. En consecuencia, se impide su explotación comercial a terceros sin autorización durante un tiempo limitado.
Según el objeto
Debes distinguir estas categorías:
- Patentes de producto. Son aquellas que amparan el resultado final, cuando se trata de un objeto físico.
- Patentes de procedimiento. Se trata de procesos industriales ordenados por fases, cuya función es mejorar la calidad.
Según el ámbito territorial o procedimiento de concesión
En términos generales, existen las siguientes:
- Patentes nacionales. Cada país las concede de forma individual. Extiende su protección solo en el ámbito estatal y, en España, las tramita la OEPM.
- Patentes europeas. Son tramitadas por la Oficina Europea de Patentes (EPO) y permiten su protección en todos los países de la Unión Europea.
- Patentes internacionales. Se creó a través del Tratado de Cooperación en Materia de Patentes y tiene vigencia en los 152 países adheridos. Este sistema de concesión posee tres grandes ventajas: 1. unificación del procedimiento de tramitación; 2. Abaratamiento de los costes, y 3. Ampliación de algunos plazos. La tramitación se lleva a cabo a través de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (WIPO).
¿Cómo están reguladas las patentes?
En España, se regulan con la Ley 24/2015 de Patentes, emitida el 24 de julio. Sin embargo, aunque hasta hace unos años el ámbito estatal era el que más procedimientos de concesión efectuaba, actualmente el ámbito principal es el internacional. De hecho, el 90 % de las patentes que se conceden en nuestro país son por vía EPO.
Por otro lado, España puede ser el estado elegido para solicitudes internacionales gracias al Tratado de Cooperación en Materia de Patentes, firmado en Washington en 1970. La OEPM es, según este acuerdo, una administración de búsqueda y examen preliminar de las solicitudes internacionales.

¿Cuáles son los requisitos para obtener una patente?
La patentabilidad exige cumplir tres condiciones irrenunciables:
- Se trata de una invención nueva.
- Implica una actividad inventiva.
- El resultado tiene aplicación industrial.
Por otra parte, el legislador no considera invenciones los siguientes supuestos:
- Teorías científicas, métodos matemáticos y descubrimientos.
- Obras literarias, artísticas o científicas.
- Los programas de ordenador y los planes, métodos o reglas de los que se sirve la creatividad intelectual para hacer juegos o actividades económicas y comerciales.
- Las distintas formas de presentar la información.
Tampoco pueden ser objeto de patente los siguientes casos:
- Las invenciones contrarias al orden público o las buenas costumbres. Se refiere, por ejemplo, a la clonación y modificaciones genéticas de seres humanos, o la utilización de embriones humanos con fines comerciales o industriales.
- Las variedades vegetales y las razas de animales.
- Los procedimientos biológicos para obtener vegetales o animales.
- Los métodos de tratamiento quirúrgico, terapéutico o de diagnóstico en animales y humanos.
¿Cuándo se considera que una invención es nueva?
En el sistema de patentes en España, una invención se considera nueva cuando no forma parte del estado de la técnica antes de la fecha de presentación de la solicitud.
Ahora bien, ¿qué incluye el estado de la técnica? Contempla:
- Todo el conocimiento que ha sido divulgado al público
- En cualquier lugar del mundo
- Por medio escrito, oral, uso o cualquier otro medio accesible
- Antes de dicha fecha de presentación.
Consecuentemente, si la invención ya ha sido publicada, presentada en una feria, difundida en redes o utilizada públicamente, ya no puede considerarse nueva.
Incluso una divulgación realizada por el propio inventor puede invalidar la novedad, salvo en los casos excepcionales previstos por ley. Por eso es fundamental mantener la invención en secreto hasta presentar la solicitud de patente.
¿Cómo registrar una marca en España?
Esta gestión se puede realizar tanto de manera presencial como de forma online. En general, debes llevar a cabo este procedimiento:
- Búsqueda previa. (Es opcional, pero recomendable)
 Antes de registrarla, conviene verificar que no existe una marca similar. Puedes hacerlo en la base de datos gratuita de la OEPM.
- Elegir el tipo de marca
 Necesitas conocer sus tres tipos: denominativa (solo palabras), gráfica (solo logotipo) y mixta (palabras + logotipo).
- Determinar las clases Niza
 Las marcas se registran por clases según el tipo de productos o servicios. La Clasificación de Niza (NCL) divide todo en 45 clases.
- Presentar la solicitud
 Puedes hacerlo presencialmente en las oficinas físicas de la OEPM o en los registros públicos. Si prefieres el proceso online, acude a la sede electrónica de la OEPM.
- Pagar la tasa
 A fecha de julio de 2025, la tasa oficial por una clase se situaba en torno a 125 euros (en línea). Cada clase adicional tiene un coste extra.
- Aguardar el examen y la publicación
 La OEPM revisa que cumpla los requisitos. Si todo es correcto, se publica en el BOPI (Boletín Oficial de la Propiedad Industrial) durante un mes para dar pie a las posibles oposiciones de terceros.
- Recibir la concesión de la marca
 Si no hay oposición o se resuelven favorablemente, se concede el título. La marca queda registrada por 10 años, renovables indefinidamente.
¿Cuánto tardan en formalizar una marca?
En España, la OEPM (Oficina Española de Patentes y Marcas) maneja dos tipos de plazos máximos legales para resolver una solicitud de marca:
- Hasta 12 meses si no hay suspensos ni oposiciones. Por lo general, se resuelven entre 6 y 8 meses, aunque según el ritmo del examinador de la OEPM asignado puede llegar a estar en 4 meses.
- Hasta 20 meses si surgen suspensos (requerimientos) u oposiciones de terceros.
¿Cómo registrar una patente en España?
Registrar una patente en España es un proceso legal que se gestiona a través de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM).
El proceso básico es este:
- Realizar una búsqueda de anterioridades, para comprobar si existen tecnologías similares ya patentadas.
- Redactar una memoria descriptiva que incluya título, resumen, descripción detallada, dibujos (si los hay) y las reivindicaciones, que definen el alcance de la protección legal.
- Presentar la solicitud, ya sea de forma telemática —a través de la sede electrónica de la OEPM— o presencialmente.
- Pagar las tasas oficiales, que incluyen presentación, búsqueda y examen sustantivo.
- Tras la presentación, la OEPM realiza un examen formal, una búsqueda del estado de la técnica y, si se solicita, un examen de fondo. Si todo es favorable, se publica la solicitud en el BOPI (Boletín Oficial de la Propiedad Industrial) y se concede la patente.
Desde 2017, el sistema español es de concesión con examen previo obligatorio, lo que significa que solo se conceden patentes tras haber superado el examen técnico completo.
La duración de todo el procedimiento puede variar, pero suele tardar entre 18 y 36 meses. Una vez concedida, la patente requiere el pago de tasas anuales para mantenerla en vigor.
En todo caso, registrar una patente en España brinda seguridad jurídica y protección frente a copias o usos no autorizados, por lo que es una herramienta clave para innovadores, investigadores y empresas.
Como puedes apreciar, es un proceso largo, complejo, aunque bien estructurado. Si quieres convertirte en experto y ayudar a efectuar todos los trámites, especialízate en este campo. Nuestro Máster en Propiedad Intelectual e Industrial es la mejor alternativa. ¡Contáctanos ahora en VIU y capacítate en la ley de patentes!


