Dra. Beatriz Valles González THHC
Tu historia hace ciencia

Tu historia hace ciencia | Dra. Beatriz Valles, la ciencia del lenguaje y el habla

 

La representatividad y la visibilidad de los referentes femeninos en ciencia sigue siendo una tarea fundamental. La falta de ejemplos notorios y numerosos es una de las grandes barreras que explican, en parte, la desigualdad de género en campos como la investigación o las carreras STEM. Esta falta de representatividad se traduce en una falta de confianza, que tiene como consecuencia una pérdida insostenible de talento en el área científica.

Por ello, desde VIU hemos creado esta sección, destinada a celebrar y visibilizar a las científicas de VIU durante todo el año, contribuyendo de esta manera a la presencia en el universo digital de más referentes femeninas que puedan inspirar a las niñas de hoy a ser las científicas de mañana.

En esta entrega conoceremos un poco más sobre la Dra. Beatriz Valles González, doctora en Educación, postdoctorado en Bioética, Logopeda, profesora especializada en Desarrollo Infantil y máster en Lingüística. La Dra. Valles González es directora del Grado en Logopedia de VIU e Investigadora Principal del grupo TLCDCA de la Universidad.

La Dra. Beatriz Valles González ha sido una verdadera pionera en el campo de la Logopedia y los trastornos del habla, especialmente en el contexto latinoamericano y español, tal como lo señala ella “Soy logopeda desde hace casi cuarenta años. Estudié a principio de los ochenta esta carrera cuando nadie la conocía, situación que ha cambiado pero que aún persiste en muchos países”.

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Dra. Beatriz Valles González

La Dra. Beatriz Valles González en la sede central de VIU

Su carrera ha tenido como constante un incansable deseo de seguir aprendiendo, que se ha traducido en una formación constante y una inagotable labor investigadora, clínica y docente, que le ha llevado a realizar más de 80 publicaciones en el área de la Logopedia en revistas nacionales e internacionales, y a obtener diversos méritos como el Grant del National Institute of Health (NIH), Genome Center de la Universidad de Columbia, el Grant de Fogarty International Center, de la Universidad de Chicago, o el Postdoctoral Fellow en Bioética Clínica, Department of Human Genetics de la misma institución, entre otros. Además, ha sido presidenta de la Asociación de Terapistas del Lenguaje de Venezuela durante 4 años. “He trabajado en clínica y en la formación de maestros y de logopedas en diferentes universidades de Venezuela y de España. Es decir, he podido combinar la atención de personas con diferentes tipos de trastornos de habla, audición, lenguaje y voz, con mi desempeño como profesora universitaria”. 

Pero no todo es estudio, investigación y docencia en la vida de Beatriz, también confiesa que en su escaso tiempo libre “me encanta ver películas clásicas, leer, escuchar ópera y sobre todo viajar, mi destino favorito es Italia”.

"pertenezco a una generación de mujeres que teníamos claro que debíamos trabajar en igualdad de condiciones y si esto no se daba, pues nosotras lo hacíamos posible"

Su camino al campo científico nació de un temprano interés por las ciencias sociales “En mi adolescencia siempre me vi trabajando como socióloga o antropóloga, son dos disciplinas que estudié en el Bachillerato y que siempre me han gustado, especialmente todo lo relacionado con la evolución de las lenguas y de las culturas”. Sin embargo, cuenta, fue la casualidad la que la llevó a decidirse por la Logopedia, una profesión que le permitió “integrar las humanidades con la ciencia “dura”, pues tuve que estudiar anatomía, neurofisiología, física acústica y mucha neurología”, una tarea complicada, en la que el apoyo de sus docentes resultó fundamental para perseverar y seguir creciendo “tuve excelentes profesores que no me desanimaron, al contrario, desde siempre me hicieron comprender que si quería ser una buena logopeda era imprescindible saber a fondo de todo. Y eso es algo que le repito permanentemente a mis alumnos hoy día. Recuerdo particularmente el empeño de mi maestro en Neurolingüística quien siempre me ofreció su apoyo”.

 Precisamente el apoyo, tanto de su familia como de sus profesores, fue fundamental tanto para decidirse por estudiar la carrera como para ir creciendo y buscando el rigor científico dentro de ella, especialmente dentro de un contexto que no le era particularmente favorable “Creo que pertenezco a una generación de mujeres que teníamos claro que debíamos trabajar en igualdad de condiciones y si esto no se daba, pues nosotras lo hacíamos posible. El proceso de investigar en logopedia en Latinoamérica y en España era casi desconocido en los ochenta, recuerdo que al presentarme a las primeras convocatorias de investigación ni siquiera aparecía esta disciplina en las opciones de “área de estudio” por lo que debía marcar otra, como por ejemplo la lingüística o las ciencias sociales”.

"vale la pena el sacrificio y el esfuerzo, pues la investigación te permite crecer como persona"

Estas dificultades tempranas no consiguieron desanimar a Beatriz, sino todo lo contrario, instilaron en ella un espíritu de resiliencia y reivindicación de su campo de conocimiento que ha acompañado a toda su brillante trayectoria profesional “Una de las situaciones con las que me enfrenté desde que comencé a trabajar fue con las escasas evidencias que los logopedas ofrecíamos a la hora de evaluar nuestro propio desempeño, pues intervenir el lenguaje y la comunicación es un proceso muy complejo, donde numerosas variables se integran y dificultan concluir que la misma estrategia de intervención sirva para toda persona con un determinado trastorno. Esta situación me impulsó a investigar en la elaboración de programas de atención diseñados para patologías específicas de base neurológica y en la metodología a usar para poder determinar cuáles son los factores que determinan una mejoría o avance”, cuenta, a la vez que recalca que “considero que la investigación en logopedia requiere de más incentivos para contar con un mayor reconocimiento como área de conocimiento y la necesaria relación con la Neurociencia, pues atender a personas con trastornos del lenguaje implica conocer a fondo de neurofisiología, de bioquímica, de neuropsicología o de nutrición”.  

Este trabajo constante por construir una práctica logopédica interdisciplinar y con una marcada base de ciencias ‘duras’ ha sido una constante a lo largo de su trayectoria, un recorrido que le dota de la experiencia y la perspectiva para aconsejar a su ‘yo de niña’ sobre la decisión de elegir una carrera en el campo de las ciencias “Le diría que vale la pena hacerlo y vale la pena el sacrificio y el esfuerzo, pues la investigación te permite crecer como persona, desarrollar tus procesos de inhibición, planificación y análisis de la realidad que tienes delante. Todo esto te sirve en el resto de las áreas de la vida, pues también te obliga a conectarte con muchas personas y aceptar que entre todos se puede hacer mejor ciencia”.  

Un mensaje que hace extensible a todas las niñas y jóvenes que se plantean el dedicar su vida profesional a perseguir el conocimiento en el terreno científico “Que entiendan que ese viejo adagio que dice “el saber no ocupa espacio” aún está vigente. Sin embargo, hoy día hay un exceso de información por lo que debemos crear las condiciones para seleccionar el conocimiento que verdaderamente necesitamos para ser mejores seres humanos. A mí me apasiona todo lo referente con el cerebro, conocer sobre su funcionamiento me ha permitido entender mejor al ser humano y me ha conectado con muchos científicos maravillosos alrededor del mundo, por lo que recomiendo ampliamente”.

 

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Emilio Vivallo VIU
Emilio Vivallo-Ehijo

Equipo de Comunicación de la Universidad Internacional de Valencia.