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Dr. Víctor José Villanueva-Blasco: “estamos formando a cientos de profesionales con una base común”

 

El Dr. Víctor José Villanueva-Blasco es doctor en Psicología, director de la Maestría Oficial en Prevención en Drogodependencias y otras Conductas Adictivas de VIU, IP del grupo de investigación de VIU GI-SAPS, miembro de la Red de Investigación en Atención Primaria en Adicciones (RIAPAD) y de la International Society of Substance Use Professionals (ISSUP), capítulo España.

El Dr. Villanueva-Blasco, ha jugado un rol fundamental en el reciente acuerdo entre la Dirección General de Salud Mental y Adicciones de la Consellería de Sanidad de la Generalitat Valenciana y VIU. Para conocer un poco más de las características y el alcance de este proyecto, nos pusimos en contacto con él. 

Para situarnos, ¿qué problema concreto de salud mental y consumo de sustancias en adolescentes pretende abordar este convenio entre la Dirección General de Salud Mental y Adicciones de la Consellería de Sanidad de la Generalitat Valenciana y la Universidad Internacional de Valencia?

Este convenio se centra en un grupo muy específico: adolescentes que consumen sustancias y que, además, presentan problemas de salud mental. Son chicos y chicas que con frecuencia quedan “a caballo” entre los recursos de salud mental y los de adicciones, y eso dificulta una detección precoz y una atención coordinada. El objetivo es mejorar la prevención y la intervención temprana, conectando mejor el sistema sanitario y el ámbito universitario, potenciando las buenas prácticas asistenciales basadas en evidencia científica.

Cuando hablamos de menores que consumen sustancias y, además, tienen un trastorno mental (depresión, ansiedad, TDAH, etc.), ¿por qué decimos que se trata de un colectivo especialmente vulnerable que necesita intervenciones específicas?

Porque la combinación de consumo de sustancias y un trastorno mental multiplica los riesgos: empeoran los síntomas, aumenta la probabilidad de abandono escolar, de conflictos familiares e incluso de conductas autolesivas. Además, muchas veces son casos complejos que no encajan del todo en los dispositivos tradicionales. Por eso necesitan intervenciones específicas que aborden a la vez el consumo, la salud mental, dando además apoyo a la familia y al contexto escolar.

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Dr. Víctor José Villanueva Blasco - Presentación “Estudio descriptivo sobre la situación demográfica y perfiles formativos de los y las profesionales de prevención de adicciones. Opciones de futuro

El Dr. Víctor Villanueva-Blasco

Una de las acciones del convenio es seleccionar programas de prevención “basados en la evidencia” para adolescentes con problemas de salud mental y consumo de sustancias. ¿Qué significa exactamente que un programa esté basado en la evidencia y por qué es tan importante ese criterio? 

Significa que ha sido diseñado y evaluado con métodos científicos rigurosos y ha demostrado que realmente reduce el consumo o mejora la salud mental de los adolescentes. No se trata de ideas meramente bien intencionadas pero que pueden no tener efecto, o peor, ser incluso contrapreventivas y generar daño. Se trata de intervenciones diseñadas atendiendo a la evidencia previa existente y que, tras su evaluación mediante estudios empíricos, han mostrado resultados positivos. Esto es clave para asegurar que el tiempo de los y las profesionales y los recursos públicos se invierten en aquello que funciona. Este hecho es especialmente relevante, porque invertir recursos públicos en lo que funciona es una cuestión de ética y justicia social.

Otra de las acciones es diseñar un programa específico de prevención para menores consumidores de drogas con comorbilidad psiquiátrica. ¿Qué beneficios concretos se espera que tenga este nuevo programa para los chicos y chicas, para sus familias y para los profesionales que los atienden en salud mental y en adicciones?

Para los chicos y chicas, esperamos que contribuya a una detección más temprana, un abordaje integral del consumo de sustancias y de la salud mental, así como una mejora en su funcionamiento académico, social y familiar. Para las familias, principalmente ofrecer información clara, apoyo y herramientas para manejar la situación sin culpabilizarse. Y para los profesionales, un protocolo estructurado, materiales concretos y un marco de coordinación que facilite el trabajo conjunto entre salud mental y adicciones.

El convenio también incluye la organización de un workshop sobre salud mental y consumo de sustancias en menores; y de un curso de 15 horas dirigido a profesionales. ¿En qué han consistido, a quién va dirigido y qué temas clave se han abordado en estos dos eventos?

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Plano subjetivo de un adolescente liando un cigarrillo de marihuana. Se ven, en primer plano, sus manos con el cigarrillo a medio liar.

El workshop y el curso están dirigidos principalmente a profesionales de salud mental, adicciones, educación y servicios sociales que trabajan con menores. Abordan temas como la detección precoz, la evaluación del riesgo, los programas de prevención basados en la evidencia, el abordaje de la comorbilidad y la coordinación entre recursos. La idea es traducir la evidencia científica en herramientas muy prácticas para el día a día profesional, fomentando el trabajo en red entre los distintos actores preventivos que atienden a estos menores.

Eres el Investigador Principal del Grupo de Investigación en Salud y Ajuste Psico-Social (GI-SAPS) y Director de la Maestría Oficial en Prevención en Drogodependencias y otras Conductas Adictivas de la Universidad Internacional de Valencia; ¿cómo se integra este convenio en las líneas de trabajo del GI-SAPS y de qué manera la experiencia del grupo y de la Maestría alimenta el desarrollo de las cuatro acciones, especialmente en la formación de profesionales y en la transferencia de conocimiento?

Este convenio encaja de forma muy natural con las líneas de trabajo del GI-SAPS, porque desde hace años investigamos precisamente en prevención de adicciones, comorbilidad con problemas de salud mental y evaluación de programas basados en la evidencia. Todo ese bagaje nos permite seleccionar con criterio los programas más adecuados y diseñar propuestas preventivas ajustadas a la realidad de los menores y de los servicios que los atienden.

Además, el Máster en Prevención en Drogodependencias y otras Conductas Adictivas aporta un valor clave: forma a profesionales especializados que pueden aplicar en la práctica aquello que investigamos y desarrollamos en el grupo de investigación. De este modo, el convenio no se queda solo en la investigación científica, sino que se traduce en formación, transferencia de conocimiento y en una potencial mejora de la atención en el sistema socio-sanitario a través de los y las profesionales que son formados en el Curso y el Workshop, y entre quienes hacen uso de los materiales preventivos que estamos desarrollando.

Mirando a medio plazo, ¿Cómo cree que la colaboración entre el GI-SAPS, la Maestría en Prevención de Drogodependencias y otras Conductas Adictivas, y la Dirección General de Salud Mental y Adicciones puede contribuir a crear una “cantera” de profesionales especializados en la prevención y el abordaje de adicciones en menores con problemas de salud mental en la Comunitat Valenciana?

Creo que esta colaboración ya está empezando a generar esa “cantera” de profesionales, y los datos lo muestran: tenemos alrededor de 650 personas inscritas en el curso y una cifra similar en el workshop, no solo de la Comunitat Valenciana, sino también de toda España y de distintos países de Latinoamérica.

Esto significa que estamos formando a cientos de profesionales con una base común en prevención basada en la evidencia, comorbilidad entre salud mental y adicciones, y potenciando el trabajo coordinado entre recursos. A medio plazo, muchos acabarán trabajando en centros de salud mental infanto-juvenil, unidades de conductas adictivas, servicios sociales o centros educativos, llevando consigo estos conocimientos y materiales.

De este modo, la colaboración entre el GI-SAPS, el Máster y la Dirección General no solo mejora la atención actual, sino que va consolidando una red de profesionales especializados que comparten un mismo lenguaje técnico, criterios de calidad y sensibilidad hacia la realidad de los menores con problemas de salud mental y consumo de sustancias.

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Adolescente en actitud melancólica, mirando por la ventana de una habitación con iluminación natural tenue.

En resumen, este convenio combina investigación, diseño de programas, formación y transferencia al sistema sanitario. ¿Podemos decir que convierte a la Comunitat Valenciana en un referente en el abordaje de adicciones y salud mental en menores?

Sin duda ayuda a situar a la Comunitat Valenciana como referente, porque integra investigación, diseño de programas, formación y transferencia para su aplicación directa en el sistema socio-sanitario. No es solo teoría. Se generan recursos y materiales concretos, protocolos y formación para los equipos que trabajan con menores. Y además se pone el foco en un ámbito muy sensible, como es la intersección entre salud mental y adicciones en la adolescencia.

La Dirección General de Salud Mental y Adicciones de la Conselleria de Sanidad lleva tiempo poniendo el foco en la potenciación de los recursos preventivos y en la atención a los colectivos más vulnerables, como puede ser a través de las Unidades de Detección Precoz, las UDPs. Las Unidades de Detección Precoz en la Comunitat Valenciana son dispositivos sanitarios especializados que identifican de forma temprana problemas de salud mental y consumos de riesgo en jóvenes, realizan un primer cribado y derivan rápidamente a los recursos más adecuados, evitando que los casos se retrasen o se pierdan en el sistema.

En todo caso, y por responder sobre si todo esto convierte a la Comunitat Valenciana en un referente en el abordaje de las adicciones y la salud mental en menores; en mi opinión, no se trata de si se es o no un referente para otras CCAA, sino si se está trabajando por mejorar la atención a la ciudadanía de la Comunitat Valenciana, y ahí la respuesta es rotundamente sí. Se está haciendo.

Para terminar, si ahora mismo nos está escuchando una madre, un padre o un adolescente preocupado por el consumo de sustancias y la salud mental, ¿qué mensaje le gustaría transmitirle y qué recursos podrá encontrar gracias a este convenio?

El mensaje principal es que no están solos y que pedir ayuda a tiempo marca una gran diferencia. Es normal tener dudas y miedos, pero hablar del tema y consultar con profesionales de salud mental, de adicciones o con la orientación del centro educativo es el primer paso. Además, con el trabajo que actualmente realizan las Unidades de Detección Precoz, la gestión de estos casos se realiza de manera más efectiva. Con respecto a lo que aporta el presente convenio, me gustaría ser honesto y señalar que es un aporte modesto si tenemos en cuenta las políticas públicas, recursos y profesionales implicados en atender a este colectivo. Pero ese modesto aporte lo hacemos desde la responsabilidad y el compromiso por la mejora de la salud de los y las adolescentes. A través del convenio se están desarrollando recursos y programas específicos para estos menores, así como la formación de profesionales, todo ello con el objetivo de acompañar y ofrecer respuestas más ajustadas a las necesidades reales de los menores y sus familias. Esa es nuestra contribución como grupo de investigación y como universidad.