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Tu historia hace ciencia

Dra. Mary Josefina Vergara, construir un mundo mejor a través de la ingeniería

THHC Dra. Mary Josefina Vergara

 

La representatividad y la visibilidad de los referentes femeninos en ciencia sigue siendo una tarea fundamental. La falta de ejemplos notorios y numerosos es una de las grandes barreras que explican, en parte, la desigualdad de género en campos como la investigación o las carreras STEM. Esta falta de representatividad se traduce en una falta de confianza, que tiene como consecuencia una pérdida insostenible de talento en el área científica.

Por ello, desde VIU hemos creado esta sección, destinada a celebrar y visibilizar a las científicas de VIU durante todo el año, contribuyendo de esta manera a la presencia en el universo digital de más referentes femeninas que puedan inspirar a las niñas de hoy a ser las científicas de mañana.

En esta entrega, nuestra protagonista es la Dra. Mary Josefina Vergara, ingeniera mecánica y doctora en Ingeniería Industrial, docente e investigadora de la Escuela Superior de Ingeniería, Ciencia y Tecnología de VIU y apasionada de la ciencia y de su capacidad para construir un mundo mejor.

Si hay una constante en la vida de Mary Josefina Vergara ese es su deseo inquebrantable de aprender, de crecer en su conocimiento para poder aportar más y de mejor forma a la sociedad. Cómo ella mismo lo cuenta “Tengo un gran anhelo de salvar al mundo. Cuando empecé mi carrera y ahora, luego de alguna experiencia, he descubierto que una vía perfecta para lograr ese objetivo es impulsarse, redescubrir nuestras propias capacidades, sabiendo que la creatividad e innovación son la base de ese ‘por descubrir’”.

La pasión de Mary por las ciencias nació “cuando me enamoré de las matemáticas: un día descubrí una vocecita interior que me hacía sentir feliz cuando resolvía fracciones complejas con números racionales con mucha facilidad y sin cometer errores”. Ese amor por los números con el tiempo fue germinando en un interés cada vez más intenso por la ingeniería, y no tardó en descubrir el campo de las ingenierías en qué quería desarrollarse “Decidí dedicarme de lleno a la ingeniería mecánica cuando entré por primera vez en contacto con el estudio del campo de fuerzas y su efecto en los cuerpos. Me parecía fascinante como las geometrías y los materiales se combinaban para resistir la exigencia de dichas fuerzas”.

A la hora de comenzar sus estudios universitarios, el apoyo de su familia fue incondicional “Mi padre tenía una visión muy clara: sus hijos estudiarían en la Universidad con su apoyo. Así, nos mudamos al lugar donde años después estudié mi grado: la Universidad de Los Andes en Venezuela, concretamente en Mérida”. Mary abordó sus estudios universitarios con el entusiasmo y la voracidad por crecer que han caracterizado toda su vida “Un objetivo que tenía muy claro en ese momento era: ¡graduarme pronto!, debido a que la vida era corta y existían demasiadas cosas por hacer. Esto, me llevó a culminar mi carrera antes del típico promedio de cinco años”. Como parte de este propósito, comenzó a ejercer de ayudante del profesor de la asignatura de Mecánica de Materiales, ayudando a sus compañeros a estudiar y a comprender mejor los contenidos de la asignatura. Fue su primer contacto con la docencia universitaria, una experiencia que le resultaría tan satisfactoria que se convirtió en parte integral de su carrera.

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Dra. Mary Josefina Vergara VIU retrato

La Dra. Mary Josefina Vergara

A la hora de presentar su trabajo de grado, Mary hizo gala de las ganas de superarse y de ir más allá que la ha impulsado a seguir creciendo durante toda su vida, creando “una máquina para construir piezas de madera, en la que invertimos más de un año y de la cual aún me quedan esferas de orgullo por la versión final obtenida”. Aun así, cuando echa la vista atrás no puede evitar cierto eco de autocrítica “Alguna vez me pregunté: ¿y si hubiese realizado simulaciones preliminares, cuánto tiempo hubiese aprovechado en fases de optimización de diseño?”.

Una vez egresada, Mary tuvo un breve paso por la industria, pero el llamado de la academia y su promesa de seguir expandiendo su conocimiento fue demasiado atractivo y llegó de nuevo la universidad, esa donde me formé”. Esta vez fue un doctorado, que le permitió seguir profundizando en la ingeniería aplicada a sistemas mecánicos que permitieran mejorar la vida de sus semejantes “Una pregunta final de una campaña publicitaria muy famosa de los 90`s que te decía: ¿Qué hiciste hoy por tu país?, me llevaría a no dudar de lo que quería hacer: diseñar y construir sistemas mecánicos útiles a la calidad de vida del ser humano. Una década después lo tendría más claro todavía, se trataba de sistemas biomecánicos”.

De hecho, esta revelación, canalizada a través de su pasión por el conocimiento y su ética de trabajo incansable la llevó a materializar dos patentes para sendos dispositivos dedicados a ayudar a personas con lesiones o problemas de movilidad: uno para auto rehabilitación pasiva de rodilla no supervisada y otro para bipedestación en niños con minusvalías motoras . Este último se usa para niños de tres a seis años que no pueden estar de pie por sí mismos o con movilidad reducida, sirviendo de apoyo a niños con discapacidades de leve a severa, incluyendo parálisis cerebral espástica, y según explica “Desde el punto de vista de diseño, está compuesto por piezas desmontables que permiten un ensamblaje directo de las piezas. Posee formas que lo asocian con el arte precolombino ecuatoriano con identidad multicultural. Está inspirado en la imagen de un mono que abraza a un niño para mantenerlo en pie promoviendo movimientos en él, que fuera de esta posición, no serían posibles”.

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Patente Dra. Mary josefina Vergara

  Ilustraciones del dispositivo de bipedestación pediátrico

 

La carrera de la Dra. Mary Josefina Vergara se ha articulado sobre dos ejes fundamentales: su fascinación por la física y su aplicación a nuestra realidad; y el apasionado deseo de utilizar sus conocimientos para ayudar a quienes lo necesitan y colaborar en la tarea de construir un mundo mejor “El poder ayudar a mejorar la calidad de vida, con sistemas biomecánicos, a personas de escasos recursos, es la mayor satisfacción que me ha dado mi carrera”, afirma, para acto seguido confesar, con el mismo entusiasmo y convicción que animaban sus acciones cuando era una estudiante de primer año de universidad, que “Hoy en día continúa mi deseo de poder diseñar y construir algo que salve vidas, y que se encuentre al alcance de todos”.

Además de la ciencia, Mary cultiva otras aficiones, entre ellas una que le acompaña desde su época de estudiante y le ayuda a liberar el agobio de los períodos de estrés “mi afición más grande es ¡bailar salsa!, esa que unos cuantos años después me llevó a otro escalón: la llamada salsa casino, la cual requiere de mucha colaboración y cooperación entre grandes grupos de baile”, cuenta.

Respecto al apoyo familiar y de su entorno sobre su decisión de seguir una carrera en ciencias, cuenta que este siempre fue inquebrantable “El apoyo ha estado siempre presente en ese camino andado, en esos primeros, segundos y siguientes pasos de la evolución en mi profesión. Mi padre con sus consejos empíricos, orientándome de cómo hacer mejor las tareas cotidianas: como cambiar un bombillo, por ejemplo” y por otra parte “mis profesores, sembrando semillas de preguntas clave que necesitaban respuestas. Su guía fue fundamental”, recuerda. Por último, destaca también la importancia que tuvieron y tienen “mis compañeros de vida y profesión, aquellos que formaron parte de los famosos “seminarios”, esos momentos para hablar de cualquier tema y soñar que algún día nuestras conversaciones serían como la de los doctores experimentados”.

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Patente Dra. Mary josefina Vergara 2

  Ilustraciones del dispositivo de auto rehabilitación de rodilla

Respecto a sus referentes o inspiraciones científicas de niña, cuenta que “Cuando tenía 9 años me regalaron el libro que tenía unas imágenes que recuerdo que no podía parar de ver: el Taj Mahal, ¡me parecía increíble que se pudiera construir algo tan hermoso!, internamente algo cambió ante mis ojos: ¡sabía que quería hacer cosas con sentido físico!  Luego, el misterio de quien realmente diseñó esta obra me extendió el camino de la curiosidad, para tener un referente científico desconocido, pero con una obra palpable”. Tiempo después, otro referente surgiría con fuerza “en la etapa del construir, donde la realidad está llena de costos de todo tipo: una idea fulminante asociada a la simulación y desde aquel momento en adelante mi referencia: Zienkiewcz Oligierd: una autoridad en los métodos numéricos aplicados a la ingeniería. Me fascinó siempre la elegancia de cómo logró plantear mejoras en el método de elementos finitos partiendo de la realidad del comportamiento de las piezas: ¡la continuidad de los campos tensionales!”.

Cuando se le pide hacer un ejercicio de imaginación y hablarle a su yo de niña respecto a la decisión de seguir una carrera en ciencia, es directa y clara “Alguien debe salvar el mundo con amor: si no eres tú: ¿Quién?, si no es ahora: ¿cuándo? Tú tienes la fuerza, la energía y la disciplina para hacerlo: ¡Hazlo!”.

 Finalmente, a la hora de hacer extensivo el consejo a las niñas que a día de hoy sueñan con ser científicas es igual de taxativa “¡Nunca te digas a ti que no!, deja que sean otros lo que te digan que no. Confía en ti y sobre todo haz pública esa pasión: ¡hazte notar! Siempre alguien te escucha porque ¡el universo conspira para que alcances tu felicidad!”.

Emilio Vivallo VIU
Emilio Vivallo-Ehijo

Equipo de Comunicación de la Universidad Internacional de Valencia.