Cátedra Humanización
Investigación VIU

La Cátedra de Humanización de la Asistencia Sanitaria de VIU celebra la segunda conferencia de su ciclo sobre cuidado emocional en las UCI

La Cátedra de Humanización de la Asistencia Sanitaria de VIU, Fundación ASISA y Proyecto HUCI, ha realizado la segunda conferencia de su ciclo “El cuidado emocional en las Unidades de Cuidados Intensivos como parte de la humanización de la asistencia sanitaria”. Al igual que con el taller celebrado en abril, y la primera conferencia del ciclo, el evento ha sido un éxito de convocatoria y participación, confirmando el gran interés que la humanización en el contexto sanitario despierta entre los profesionales del sector.

La conferencia, realizada en julio, tuvo como ponente a José Manuel Velasco Bueno, enfermero, responsable de Formación y Certificación en Proyecto HU-CI, patrono de la Fundación Humanizando la Asistencia Sanitaria, miembro del Grupo de Trabajo de Bioética de la Sociedad Española de Enfermería Intensiva y Unidades Coronarias (SEEIUC), y experto y pionero en la investigación y elaboración de líneas de buenas prácticas sobre la presencia y participación de las familias en las UCI.

En esta ocasión el título de la ponencia fue ‘Presencia y participación de la familia como parte del Cuidado Emocional’. Durante su desarrollo, Velasco Bueno exploro una serie de ideas, conceptos y propuestas, destinadas a avanzar y mejorar las dinámicas y protocolos que articulan y rigen la presencia e interacciones de los familiares de los pacientes en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI’s).

En este sentido, lo primero que planteó el experto fue la importancia que la familia juega en el bienestar del paciente, señalando que “Los familiares no son solo visitantes. Son una extensión del paciente que experimentan el proceso de la enfermedad a la vez que ellos” y que en por ello, “la familia, solo con su presencia, ya está cuidando al paciente” ya que “posee recursos que pueden favorecer el bienestar de la persona enferma. Y estos son insustituibles”. Por todo ello, los familiares deben ser considerados no solo como “visitantes sino compañeros en el cuidado”.

Todo esto, explicó Velasco Bueno, se traduce en que “La implicación y participación de los familiares no solo repercute en la contribución en el cuidado del paciente, sino también en la reducción del impacto de la enfermedad crítica con respecto a stress post ingreso, depresión y ansiedad entre otros”.

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José Manuel Velasco Bueno

José Manuel Velasco Bueno,

La Cátedra de Humanización de la Asistencia Sanitaria de VIU, Fundación ASISA y Proyecto HUCI, ha realizado la segunda conferencia de su ciclo “El cuidado emocional en las Unidades de Cuidados Intensivos como parte de la humanización de la asistencia sanitaria”. Al igual que con el taller celebrado en abril, y la primera conferencia del ciclo, el evento ha sido un éxito de convocatoria y participación, confirmando el gran interés que la humanización en el contexto sanitario despierta entre los profesionales del sector.

La conferencia, realizada en julio, tuvo como ponente a José Manuel Velasco Bueno, enfermero, responsable de Formación y Certificación en Proyecto HU-CI, patrono de la Fundación Humanizando la Asistencia Sanitaria, miembro del Grupo de Trabajo de Bioética de la Sociedad Española de Enfermería Intensiva y Unidades Coronarias (SEEIUC), y experto y pionero en la investigación y elaboración de líneas de buenas prácticas sobre la presencia y participación de las familias en las UCI.

En esta ocasión el título de la ponencia fue ‘Presencia y participación de la familia como parte del Cuidado Emocional’. Durante su desarrollo, Velasco Bueno exploro una serie de ideas, conceptos y propuestas, destinadas a avanzar y mejorar las dinámicas y protocolos que articulan y rigen la presencia e interacciones de los familiares de los pacientes en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI’s).

En este sentido, lo primero que planteó el experto fue la importancia que la familia juega en el bienestar del paciente, señalando que “Los familiares no son solo visitantes. Son una extensión del paciente que experimentan el proceso de la enfermedad a la vez que ellos” y que en por ello, “la familia, solo con su presencia, ya está cuidando al paciente” ya que “posee recursos que pueden favorecer el bienestar de la persona enferma. Y estos son insustituibles”. Por todo ello, los familiares deben ser considerados no solo como “visitantes sino compañeros en el cuidado”.

Todo esto, explicó Velasco Bueno, se traduce en que “La implicación y participación de los familiares no solo repercute en la contribución en el cuidado del paciente, sino también en la reducción del impacto de la enfermedad crítica con respecto a stress post ingreso, depresión y ansiedad entre otros”.

Por ello, planteó la necesidad de realizar un cuestionamiento general a los protocolos y reglas que rigen actualmente los modelos de atención de estas unidades sobre este aspecto, indicando que “La primera medida para incluir a los familiares debe ser eliminar los ‘horarios de visita’ para articular medidas que propicien el acompañamiento. No podemos atender a las familias ni implicarlos si no están dentro”. Esto, porque según afirmó “No son justas unas normas que no tienen en cuenta las necesidades de pacientes y familiares, su estado emocional, la fase del proceso en la que está y la relación concreta de estos familiares”. En este sentido, también expuso que “La restricción de la presencia de las familias en la UCI no se basa en la ciencia, sino en la tradición” y que “Las normas actuales con respecto a las ‘visitas’ se instauraron en el siglo pasado”.

Respecto a qué cambios deben aplicarse, Velasco Bueno expuso que, aunque “no existe un modelo perfecto y universalmente aplicable, un buen comienzo puede ser cambiar la ‘restricción como norma’ por la ‘flexibilización como norma’, ya que “los familiares desean, sobre todo sentirse seguros, sentirse informados y en proximidad con el familiar enfermo” y también necesitan “una organización de los tiempos de acompañamiento más flexibles y adaptados a sus propias necesidades”.

En este sentido también señaló la situación creada por la pandemia que “instauró rápidamente mayores restricciones que permanecen en algunos lugares”. Esas situaciones, afirmó “necesitan reevaluarse urgentemente en base al conocimiento disponible en la actualidad”.

Refiriéndose a las dificultades existentes para cambiar el modelo actual, explicó que “las barreras para perpetuar un modelo restringido tienen que ver con problemas en la estructura mental de los profesionales y en la estructura física de las unidades”. Por ello, expuso “El cambio debe ser considerado como un proceso y no como un suceso a implantar de la noche a la mañana”, y para que estas transformaciones sean efectivas, “el cambio de modelo debe plantear estrategias que contemplen: sensibilización, formación, implantación de cambios y evaluación continua”.

La tercera conferencia del ciclo, que marcará el cierre de este, se celebrará el 16 de noviembre, de 18:00h a 19:00h (hora España peninsular) de forma online. Lleva por título “Competencias psicosociales, habilidades no técnicas y autocuidado: herramientas del profesional sanitario para cuidar y cuidarse” y será impartida por el Dr. Luis Manuel Blanco Donoso, doctor en Psicología, Profesor Adjunto en el Dpto. de Psicología Biológica y de la Salud de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), e Investigador del Equipo Personalidad, Estrés y Salud de la Facultad de Psicología de la misma institución.

En su ponencia, el Dr. Blanco Donoso, abordará la importancia de las mal denominadas ‘habilidades blandas’ para los profesionales de la salud, especialmente en el contexto de la comunicación e interacción con el paciente, su familia y el resto del equipo en UCI; pero también aplicados al auto cuidado. Con este fin analizará estas habilidades, así como las principales líneas de formación e intervención para su desarrollo por parte de los profesionales sanitarios y la facilitación del soporte emocional en su aplicación.

Por ello, planteó la necesidad de realizar un cuestionamiento general a los protocolos y reglas que rigen actualmente los modelos de atención de estas unidades sobre este aspecto, indicando que “La primera medida para incluir a los familiares debe ser eliminar los ‘horarios de visita’ para articular medidas que propicien el acompañamiento. No podemos atender a las familias ni implicarlos si no están dentro”. Esto, porque según afirmó “No son justas unas normas que no tienen en cuenta las necesidades de pacientes y familiares, su estado emocional, la fase del proceso en la que está y la relación concreta de estos familiares”. En este sentido, también expuso que “La restricción de la presencia de las familias en la UCI no se basa en la ciencia, sino en la tradición” y que “Las normas actuales con respecto a las ‘visitas’ se instauraron en el siglo pasado”.

Respecto a qué cambios deben aplicarse, Velasco Bueno expuso que, aunque “no existe un modelo perfecto y universalmente aplicable, un buen comienzo puede ser cambiar la ‘restricción como norma’ por la ‘flexibilización como norma’, ya que “los familiares desean, sobre todo sentirse seguros, sentirse informados y en proximidad con el familiar enfermo” y también necesitan “una organización de los tiempos de acompañamiento más flexibles y adaptados a sus propias necesidades”.

En este sentido también señaló la situación creada por la pandemia que “instauró rápidamente mayores restricciones que permanecen en algunos lugares”. Esas situaciones, afirmó “necesitan reevaluarse urgentemente en base al conocimiento disponible en la actualidad”.

Refiriéndose a las dificultades existentes para cambiar el modelo actual, explicó que “las barreras para perpetuar un modelo restringido tienen que ver con problemas en la estructura mental de los profesionales y en la estructura física de las unidades”. Por ello, expuso “El cambio debe ser considerado como un proceso y no como un suceso a implantar de la noche a la mañana”, y para que estas transformaciones sean efectivas, “el cambio de modelo debe plantear estrategias que contemplen: sensibilización, formación, implantación de cambios y evaluación continua”.

La tercera conferencia del ciclo, que marcará el cierre de este, se celebrará el 16 de noviembre, de 18:00h a 19:00h (hora España peninsular) de forma online. Lleva por título “Competencias psicosociales, habilidades no técnicas y autocuidado: herramientas del profesional sanitario para cuidar y cuidarse” y será impartida por el Dr. Luis Manuel Blanco Donoso, doctor en Psicología, Profesor Adjunto en el Dpto. de Psicología Biológica y de la Salud de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), e Investigador del Equipo Personalidad, Estrés y Salud de la Facultad de Psicología de la misma institución.

En su ponencia, el Dr. Blanco Donoso, abordará la importancia de las mal denominadas ‘habilidades blandas’ para los profesionales de la salud, especialmente en el contexto de la comunicación e interacción con el paciente, su familia y el resto del equipo en UCI; pero también aplicados al auto cuidado. Con este fin analizará estas habilidades, así como las principales líneas de formación e intervención para su desarrollo por parte de los profesionales sanitarios y la facilitación del soporte emocional en su aplicación.

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Emilio Vivallo VIU
Emilio Vivallo-Ehijo

Equipo de Comunicación de la Universidad Internacional de Valencia.