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Expertos VIU

Salvador Mut Ronda, director de la Maestría Oficial en Bioética de VIU: “Los datos indican que aquellos países que están utilizando todos los recursos disponibles parecen tomar ventaja a la hora de administrar las vacunas a sus ciudadanos”

Emilio Vivallo-Ehijo

Aunque el desarrollo de no una, sino varias vacunas contra la COVID-19  son sin duda alguna uno de los mayores logros en la historia de la ciencia moderna, aún queda un largo camino para lograr la anhelada inmunidad de rebaño. Para conseguirla, es necesario contar con alrededor del 70% de la población vacunada, una cifra muy alejada del 2,55% de vacunados que señalan los datos más recientes para España.

El doctor Salvador Mut Ronda, director de la Maestría Oficial en Bioética de la Universidad Internacional de Valencia- VIU, señala al respecto que “Las previsiones del Gobierno son vacunar a una amplia parte de la población de aquí al verano, suposiciones que de seguir el actual ritmo de vacunación son imposibles. Es cierto que estamos comenzando este proceso, que todavía no hemos alcanzado lo que llaman velocidad de crucero de vacunación y que cada comunidad autónoma ha implementado una estrategia diferente” a lo que añade “Un programa de vacunación para toda la población es algo muy complejo que debe estar coordinado a todos los niveles, disposición de las vacunas, personal para su administración y estrategia de vacunación. Pero, sobre todo, agilidad de respuesta a la hora de solucionar inconvenientes”

Profundizando en estas ideas, el Dr. Mut entrega algunas de las claves de la gestión de la vacunación en España:

1.Una gestión ligada a la Unión Europea

El experto señala que el proceso de vacunación de nuestro país está, al menos en parte, ligado a la gestión de la Comunidad Europea. Esto porque el proceso de compra de las vacunas se ha llevado a cabo de forma conjunta y el reparto entre los diferentes países se efectúa de forma proporcional a su población.

2.Reparto en función del volumen de población

España ha trasladado el modelo de las autoridades europeas al reparto de vacunas en las diferentes Comunidades Autónomas. Ha concedido a cada territorio un número de vacunas acorde a su volumen de población asignando a los gobiernos regionales la tarea de definir las reglas del proceso.

3.Aprovechar a todo el personal capacitado para vacunar

Uno de los factores importantes que dificultan mucho cumplir este objetivo en el tiempo marcado, señala el Dr. Mut Ronda, es la limitación de los recursos humanos disponibles para la vacunación. “La saturación laboral del personal de enfermería de los servicios públicos de salud debido a la propia pandemia, pero también a otros problemas de salud es evidente”, señala.

Ante esta situación, el docente argumenta que “se debería de recurrir a todo el personal disponible. Obviamente personal de enfermería de la sanidad pública, pero también de la sanidad privada y militar, así como a todos aquellos profesionales sanitarios capacitados o que quieran capacitarse (médicos, farmacéuticos, etc.) como se ha hecho en muchos países”. “La única variable limitante en este proceso debería ser la disposición de las vacunas dado que depende de los fabricantes”, manifiesta.

4. La reserva de vacunas para asegurar la segunda dosis puede ser una buena estrategia

Respecto a la estrategia de algunas comunidades a la hora de reservar vacunas para asegurar una segunda dosis, Salvador Mut indica que, en su opinión, “la estrategia de vacunación debería ser utilizar todos los recursos disponibles, todos los días asegurando que aquellos que hayan recibido una primera dosis tengan disponible una segunda dentro del plazo fijado, por lo que esta decisión tiene bastante sentido sin que esto deba suponer un retraso innecesario”.

Ejemplos exitosos de vacunación ¿Qué podemos aprender de ellos?

Los planes de vacunación difieren en cada país y hay casos, como el de Israel, que se han convertido en referencia por los resultados de su gestión. Según los datos más recientes, este territorio ha conseguido vacunar al 70% de su población mayor de 60 años, una cifra que les acerca cada vez más al objetivo de la inmunidad de rebaño. La explicación a esta elevada velocidad de vacunación parece encontrarse en la intensidad del proceso: la administración de las vacunas se efectúa las 24 horas del día durante los siete días de la semana.

Respecto a estos datos, Salvador Mut afirma “los datos indican que aquellos países que están utilizando todos los recursos disponibles toman ventaja a la hora de administrar las vacunas a sus ciudadanos. Esto se debe a que están acostumbrados a utilizar a determinados profesionales sanitarios en los procesos de vacunación”. Tomando como ejemplo a Estados Unidos y las de personas recibiendo la vacuna en su vehículo en un aparcamiento como el del estadio de los Dodgers, plantea que al encontrarnos en medio de una pandemia “¿por qué no habilitar grandes espacios para administrar la vacuna?”

Para concluir, el Dr. Mut revindicó el papel de los profesionales sanitarios en la gestión de los procesos de vacunación, afirmando que  “es necesario que sean los propios profesionales sanitarios los que se vean involucrados en la gestión de este tipo de estrategias, puesto que ya disponen de los conocimientos sanitarios necesarios. Pero para que esto sea posible, necesitamos disponer de un número considerable de profesionales que además de esa formación sanitaria, dispongan de formación en dirección, gestión y estrategia dentro de su propio ámbito; para que desde su propia visión sean capaces de gestionar adecuadamente, los recursos humanos, materiales y económicos que se precisen. “

Emilio Vivallo VIU
Emilio Vivallo-Ehijo

Equipo de Comunicación de la Universidad Internacional de Valencia.