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Investigación VIU

La aplicación de la nutrigenómica y nutrigenética contribuirá a disminuir los casos de obesidad en México

Clara Castillejo

Según el informe “Obesidad y enfermedades asociadas en España, México, Perú, Ecuador y Colombia: hacia la nutrición personalizada basada en el código genético” elaborado por la VIU

  • En México la proporción de mujeres con un IMC superior a 30 es un 8,7% más que la de los hombres.
  • Según las previsiones, los casos de diabetes aumentarán en dicho país en 254.000 personas anualmente.
  • Cada vez estamos más cerca de poder diseñar una dieta personalizada dependiendo de nuestra genética particular.

 Valencia (29-05-2017).- La aplicación de la nutrigenómica y nutrigenética contribuirá a disminuir los casos de obesidad, ya que cada vez estamos más cerca de poder diseñar una dieta personalizada dependiendo de nuestra genética, según se desprende del informe “Obesidad y enfermedades asociadas en España, México, Perú, Ecuador y Colombia: hacia la nutrición personalizada basada en el código genético” elaborado por Jessica Furriol-Palmer, Doctora en Biología y profesora del Máster en Nutrición y Actividad Física  de la Universidad Internacional de Valencia (VIU).

La obesidad y otras enfermedades relacionadas con la alimentación se han convertido en la pandemia del siglo XXI, debido a que en prácticamente todos los países se observa un incremento del peso de la población en los últimos años y además la previsión es que siga aumentando. Según la experta de la VIU, “la obesidad es una enfermedad con componente génico y ambiental que se considera actualmente una epidemia mundial asociada tanto con aumento de la morbilidad como de la mortalidad”.

“Además, - prosigue - existen muchas enfermedades asociadas a la sobrealimentación, como la diabetes, que en el caso de México (estimación realizada en adultos de 20 a 79 años) pasará 6.827.000 casos en 2010 a 11.910.000 en 2030 (254.000 casos más al año) según las previsiones actuales. Otros ejemplos son las enfermedades cardiovasculares, que no están aumentando en gran medida debido principalmente a la mejora de los tratamientos; y algunos tipos de cáncer, como el de páncreas, colorectal, mama o endometrio”.

Según la profesora de la VIU, “las nuevas tecnologías nos están aproximando cada vez más a una dieta personalizada, lo que nos llevará a dos nuevas tendencias en la alimentación que aúnan la información genética y genómica con la nutrición: la nutrigenética y la nutrigenómica, porque, aunque desde hace años se conoce que el metabolismo y la nutrición de cada persona es distinto, las dietas que se recomiendan a la población suelen ser generalistas, sin tener en cuenta estos factores”.

“Este cambio de dietas nutricionales estándar (destinadas a una población media estadísticamente hablando) a dietas personalizadas, podrá no sólo ser utilizado para cambiar los hábitos alimenticios y mejorar el estilo de vida, sino que también permitirá una mejora en el diagnóstico de ciertas enfermedades así como retrasar la evolución de ciertas enfermedades crónicas”,-añade-.

NUTRIGENÓMICA Y NUTRIGENÉTICA

 En la actual era “Post-Genómica”, caracterizada por la integración de tres campos: biológicos, sociales y ambientales, y donde se incluyen los descubrimientos científicos sobre la fisiopatología nutricional y el metabolismo (a lo que hay que añadir  el cambio de los hábitos alimentarios) “cada vez existen más estudios que demuestran que también la genética individual tiene un papel importante en la nutrición, es decir, en cómo el cuerpo es capaz de digerir, metabolizar y aprovechar los componentes de los alimentos que se ingieren”,- indica la experta de la VIU . Para Jessica Furriol-Palmer “es por esto que en los últimos años han aparecido nuevas 

tendencias científicas que intentan, por una parte, estudiar cómo las distintas variantes genéticas influyen en el metabolismo de los nutrientes y las enfermedades asociadas (nutrigenética) y, por otra parte, cuál es el efecto de los alimentos y sus componentes sobre la expresión génica (Nutrigenómica”).

 La nutrigenética tiene como objetivo comprender cómo la composición genética de un individuo afecta a su respuesta a la dieta; es decir, cómo las variantes genéticas influyen en la respuesta fisiológica a determinados nutrientes. Las nuevas tecnologías han permitido la identificación de variantes génicas dentro de las poblaciones que desempeñan un papel fundamental en la comprensión y la predicción de la respuesta individual a los componentes de la dieta según la genética individual, lo que permite la aproximación hacia el concepto de “dieta personalizada”.

Sin embargo, para la profesora de la VIU “la traducción de esta información a la práctica profesional es lenta debido principalmente al tiempo necesario para acumular datos poblacionales sobre la incidencia, así como a la importancia de estas variaciones que pueden afectar a nuestra dieta. Además, a pesar de haberse desarrollado nuevas tecnologías más accesibles para la secuenciación del genoma humano, todavía sigue siendo costoso aplicar estas tecnologías de manera general en la población. También deben tenerse en cuenta los aspectos éticos, ya que la secuenciación del genoma completo no sólo daría información sobre los genes asociados a la nutrición, sino también de posibles enfermedades futuras”.

 La Nutrigenómica como tal, o la interacción de los nutrientes con el genoma, es la ciencia que busca e intenta explicar las interacciones recíprocas existentes entre genes y nutrientes a nivel molecular y que, para ello, combina conocimientos multidisciplinares en bioquímica, fisiología, nutrición, genómica, proteómica, metabolómica, transcriptómica y epigenómica. La nutrigenómica, por tanto, utiliza herramientas moleculares para buscar, acceder y comprender las respuestas obtenidas a través de una dieta determinada aplicada a individuos o diferentes poblaciones.

La respuesta dependerá de si esos compuestos bioactivos presentes en la dieta son capaces de cambiar o alterar la expresión génica, que a su vez dependerá del genotipo y los nutrientes ingeridos de forma individual.

AUMENTO DE LA OBESIDAD

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) (WHO, 2016), en el año 2014 más de 1.900 millones de adultos mayores de 18 años tenían sobrepeso, y de ellos, más de 600 millones eran directamente obesos. Aproximadamente, esto representaba que el 39% de adultos de más de 18 tenían sobrepeso y el 13% eran obesos.

En México, si comparamos la prevalencia de sobrepeso (IMC≥25,0) y la obesidad (IMC≥30,0) por sexo vemos que el sobrepeso es un 1,6% menor en hombres que en mujeres (63,6% vs. 65,2%) y la proporción de mujeres con un IMC mayor de 30 es también superior, en un 8,7%, a la de los hombres (32,4% vs. 23,7%).

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Clara Castillejo
Clara Castillejo

Equipo de Comunicación de la Universidad Internacional de Valencia.